UX [Urban eXperiment] es una especie de colectivo artístico que, lejos de seguir la senda de las vanguardias -en el sentido de provocar a la audiencia al ampliar los límites de lo nuevo- es la audiencia en sí misma. Sorprendentemente, su trabajo tiende a ser radicalmente conservador, riguroso en su devoción por lo antiguo. A través de meticulosas infiltraciones, los miembros de UX llevan a cabo actos de restauración y preservación cultural, siguiendo un particular ethos: "restaurar las partes invisbles del patrimonio que el gobierno ha abandonado o que no puede mantener por falta de medios". El grupo afirma haber realizado quince restauraciones encubiertas, a menudo en espacios centenarios, a lo largo y ancho de París.
[...] Los funcionarios franceses -dice [un miembro de UX]- sólo se preocupan de proteger y restaurar el patrimonio adorado por millones de personas -el Louvre, por ejemplo. Los lugares menos conocidos son abandonados y, si no están a la vista del público, terminan por desaparecer, incluso cuando lo único que se necesita son cien dólares para arreglar una gotera. UX se ocupa de esas ovejas negras: los objetos raros, desechados y olvidados de la civilización francesa.
[...] La acción más increíble de UX -de las conocidas hasta la fecha, al menos- tuvo lugar en 2006. Un equipo se pasó meses entrando en el Panteón, el gran monumento que guarda los restos de los personajes más queridos de París. Ocho restauradores construyeron allí su propio taller secreto en un almacén, que abastecieron de electricidad y conectaron a internet además de dotarlo de sillas, nevera y parrilla. A continuación, y durante un año, restauraron laboriosamente un reloj del Panteón del siglo XIX que no sonaba desde los años sesenta.
[...] Tan pronto como estuvo terminado, a finales del verano de 2006, UX contó a los responsables del Panteón lo ocurrido y el éxito de la operación. Se imaginaron que la administración estaría encantada de apuntarse el tanto de la restauración y que el staff del edificio asumiría las labores de mantenimiento del reloj. Contactaron con el director, Bernard Jeannot, por teléfono, y le propusieron ampliar detalles personalmente. Cuatro miembros del grupo acudieron a la cita -dos hombres y dos mujeres, incluyendo a Kunstman y a la líder del equipo de restauración, una mujer de unos cuarenta años que trabaja como fotógrafa- y se quedaron de piedra cuando Jeannot se negó a creer la historia. La cosa empeoró cuando, después de enseñarle [a Jeannot] el taller donde habían trabajado ("creo que tengo que sentarme", murmuró), la administración decidió demandar a UX, pidiendo un año de cárcel y 48.300 euros en daños y perjuicios.
John Lackman: The New French Hacker-Artist Underground.
Gran trabajo y excelente demostración del despropósito que supone anteponer la institución al patrimonio. La cultura en clave de autoridad y sanción, una vez más.
Otros artículos sobre el tema, vía Urban Resources:
Aux intrus, la patrie... très énervée (Le Monde)
Underground 'terrorists' with a mission to save city's neglected heritage (The Times)
Undercover restorers fix Paris landmark's clock (The Guardian)
* Disculpad, como de costumbre, las libertades que me he tomado extractando y traduciendo.
Vaya, el Equipo A del patrimonio. Me alegra saber que existe.
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