tag:blogger.com,1999:blog-28124986897634533742024-03-06T05:57:41.804+01:00DiacríticoBlog personal acerca de las tecnologías de la información, los sistemas de <br> código abierto y el papel del arte y las humanidades en la era digital... Al menos ésa es la idea...ahiebrahttp://www.blogger.com/profile/02755975715535113346noreply@blogger.comBlogger147125tag:blogger.com,1999:blog-2812498689763453374.post-79270344858897525172014-02-17T08:45:00.000+01:002014-02-17T08:45:00.521+01:00En offArte, industria cultural, estilo, lenguaje, propiedad intelectual, ficción, propaganda, público... Una hora de cine entre Lang y Godard.<br />
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<iframe allowfullscreen="" frameborder="0" height="315" src="//www.youtube.com/embed/XcAZu3GkBwI" width="420"></iframe>
<br /><br />ahiebrahttp://www.blogger.com/profile/02755975715535113346noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-2812498689763453374.post-44327229426397826742014-01-19T22:44:00.004+01:002014-01-19T22:45:40.919+01:00Ugly Beauty<iframe allowfullscreen="" frameborder="0" height="281" src="//www.youtube.com/embed/roH9sVYHlA4" width="500"></iframe>
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Más <a href="http://www.bbc.co.uk/tv/features/modernbeauty/">aquí</a>.ahiebrahttp://www.blogger.com/profile/02755975715535113346noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-2812498689763453374.post-91821276687172869102013-12-22T15:54:00.001+01:002013-12-22T15:59:16.135+01:00Antropología<i>Beati hispani quibus bibere et vivere idem est</i>... Y no lo digo por la <a href="http://latin.dechile.net/?Busca=bibere">cuestión fonética</a>.<br />
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<object classid="clsid:d27cdb6e-ae6d-11cf-96b8-444553540000" height="318" id="EVP3846970IE" width="512"><param name='movie' value='http://www.tv3.cat/ria/players/3ac/evp/Main.swf'></param>
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La entrevista es en español, por cierto. No sé si lo más apropiado para resucitar el blog, pero muy divertida.ahiebrahttp://www.blogger.com/profile/02755975715535113346noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-2812498689763453374.post-13789637712449411492013-06-15T19:04:00.000+02:002013-06-15T19:04:02.864+02:00Hacer lo visible<iframe allowfullscreen="" frameborder="0" height="263" src="http://www.youtube.com/embed/TA2GaReKe_c" width="467"></iframe>ahiebrahttp://www.blogger.com/profile/02755975715535113346noreply@blogger.com1tag:blogger.com,1999:blog-2812498689763453374.post-49550015166405696342013-04-30T18:03:00.000+02:002013-04-30T18:04:49.995+02:00Más propagandaLa delgada línea entre el afán de superación, la meritocracia y el darwinismo social.<br />
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<iframe allowfullscreen="" frameborder="0" height="263" src="http://www.youtube.com/embed/p0_Uc3GFq14" width="467"></iframe>ahiebrahttp://www.blogger.com/profile/02755975715535113346noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-2812498689763453374.post-67311490194807777402013-04-22T11:58:00.001+02:002013-04-30T18:05:47.495+02:00Clasicismo publicitario y espacio públicoSiempre me ha llamado la atención el rechazo que la publicidad provoca en el público más conservador en lo que a cuestiones estéticas/artísticas se refiere. Es frecuente que quienes critican la <i>degeneración</i> de la creación contemporánea desprecien también los excesos de la propaganda televisiva. Frecuente y curioso, porque hay pocas cosas tan <i>clásicas</i> como la publicidad.<br />
<br />
En realidad, la propia historia del arte precontemporáneo (y de buena parte del contemporáneo) es la de la <b>propaganda</b>. Podemos pensar en la arquitectura, claro, en cualquier templo religioso o edificio de gobierno, pero también en la producción pictórica y escultórica que siempre ha formado parte de la estudiada escenografía de éstos, de sus programas iconográficos, más o menos amplios y complejos, pensados para infundir temor, reforzar un determinado vínculo identitario -desde la pertenencia a una polis griega hasta la idea moderna de nación pasando por la fe religiosa- o, <i>simplemente</i>, consolidar e inculcar un determinado orden social.<br />
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Incluso en las colecciones privadas ha primado siempre una finalidad promocional (autopromocional, se entiende). La idea de exhibición, en toda su amplitud, está indisolublemente ligada a la historia del arte. También lo está, consecuentemente, la de <i>espacio público</i>. No la de la idealizada visión que tenemos del mismo (ya sabemos <a href="http://w2.bcn.cat/bcnmetropolis/arxiu/es/pageeb68.html?id=21&ui=507">que lo que entendemos por espacio público no existe</a>, salvo, tal vez, de forma efímera), sino más bien la instrumentalización de ésta, ese escenario artificial construido mediante la concreción -artística- de determinados discursos y repertorios simbólicos (de dominación).<br />
<br />
Lo que controla este espacio público "real", asimétrico y excluyente, es precisamente la publicidad (en tanto <i>capacidad de hacer público</i>), y el territorio por antonomasia de la publicidad contemporánea es, cómo no, un espacio privado que consideramos público, el de los medios de comunicación y, muy especialmente, el de la televisión. Puede que no nos reconozcamos en su antidialéctica, pero nos hemos acostumbrado a comunicarnos con y a través de ella. Al fin y al cabo, "<a href="http://www.oei.es/revistactsi/numero7/articulo04.htm#1">nuestros medios de comunicación son nuestras metáforas</a> y nuestras metáforas crean el contenido de nuestra cultura" (imagino que no hará falta incidir ni en la dependencia de la publicidad digital de la lógica vídeo-televisiva ni en la privatización creciente de la red).<br />
<br />
El lenguaje de estas metáforas (el lenguaje del poder) es esencialmente conservador. Cuando la prioridad es la claridad en la transmisión del mensaje, se imponen los contextos y códigos más reconocibles. De ahí que toda revolución estalle con un lenguaje nuevo y se diluya al comenzar a expresarse en el antiguo. El orden verbal es social y moral.<br />
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En la actualidad, ese orden único es el del mercado, naturalmente, y la publicidad cumple el propósito de legitimarlo. La propaganda comercial no vende sólo un producto, vende (fortalece, legitima) un sistema, una escala de valores, un <i>statu quo</i> socioeconómico. Y hay que reconocer que lo hace con un dominio absoluto de los modos y contenidos narrativos convencionales (como es lógico, habida cuenta de la necesidad de captar la atención del espectador en un espacio sobresaturado y con un margen de tiempo exiguo).<br />
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El caso de Johnnie Walker es más que conocido. Nuestra capacidad para establecer un vínculo entre identidad, deseo y marca comercial es fascinante, y el <i>motto</i> "keep walking" todo un filón. Parte de la idea (moderna) de <b>progreso</b>, <b>mito constituyente</b> de la sociedad capitalista, firmemente asentada en la convicción de la posibilidad y necesidad de cuantificarlo y jerarquizarlo todo. Éxito, satisfacción, innovación y calidad son mensurables. Si es posible determinar una linealidad histórica, un relato unívoco, es posible también objetivar la superioridad de un producto (de una marca, en realidad). Johnnie Walker va <i>más allá de</i> y vale <i>más que</i>, sin importar el baremo.<br />
<br />
Esta idea de progreso se proyecta en el orden establecido a partir de un sustrato <b>épico</b> que encuentra en dos conceptos claves de la economía de mercado: el <b>héroe</b> (léase emprendedor, léase el individuo como marca) y el deseo/capacidad de <b>superación</b> que lo caracteriza.<br />
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En el siguiente vídeo, Haile Gebrselassie es, simultáneamente, héroe universal, superación personal de cada uno de los espectadores, África y <i>striding man</i>. La relación con el producto publicitado es inexistente, pero como sabemos <i><a href="http://investigacionp2p.wordpress.com/2011/11/21/la-piel-de-la-cultura/">la televisión habla al cuerpo</a></i>.<br />
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<iframe allowfullscreen="" frameborder="0" height="315" src="http://www.youtube.com/embed/K8jszLiGm9w" width="420"></iframe><br />
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Sorprendentemente, incluso cuando esa relación sí existe, la atención suele seguir desviándose del objeto. En este otro anuncio, por ejemplo, el paralelismo entre los logros deportivos y los político-morales de Emil Zatopek resulta clave. La contraposición entre su desvencijada bota de entrenamiento y la zapatilla de Adidas ejemplifica el progreso técnico, la fuerza de la voluntad humana y, cómo no, el <b>triunfo</b> de la libertad capitalista (de consumo) sobre la opresión comunista (de monopolización de <i>lo público/publicitario</i>).<br />
<br />
<iframe allowfullscreen="" frameborder="0" height="315" src="http://www.youtube.com/embed/tE6wX5V_MGQ" width="420"></iframe><br />
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Un discurso que continúa vigente, convenientemente evolucionado, como demuestra la campaña presentada por Lenovo en 2011 bajo el eslogan "for those who do" ("para los que hacen").<br />
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<iframe allowfullscreen="" frameborder="0" height="236" src="http://www.youtube.com/embed/TJJJaDMpCn0" width="420"></iframe><br />
<br />
El guion es tan elocuente que Lenovo lo ha adoptado como <a href="https://www.linkedin.com/job/c-lenovo-jobs">carta de presentación</a>.<br />
<blockquote class="tr_bq">
"El mundo no avanzará por sí solo. Necesitamos un empujón [...] y gente con la determinación y la imaginación para llevarlo a cabo. Gente que se niega esperar de brazos cruzados la próxima gran evolución. Gente que hace. Los que trastean, los que construyen, los que crean. Nosotros construimos las máquinas [...] que ayudan a la gente que hace a hacer más, a hacerlo mejor, a hacer lo que nunca ha sido hecho [...]".</blockquote>
"<a href="http://www.nytimes.com/2011/04/29/business/media/29adco.html">Una campaña dirigida al público de Apple</a>", apuntaba en su momento <i>The New York Times</i>, que destacaba el hecho nada trivial de que Lenovo fuese una multinacional china. Una compañía procedente de una emergente potencia económica (ex)comunista que, tras adquirir IBM, aspira a conquistar la audiencia de otro icono norteamericano. ¿Con qué argumentos? Paradójicamente, con los del <b>pragmatismo</b> y la <b>autenticidad</b>: los que hacen frente a los que observan, los que innovan frente a los que plagian, los que aportan frente a los que destruyen, la renovación frente a la resistencia al cambio... La dicotomía <i>winner/loser</i> con todos sus matices -el capitalismo, vaya- y el <i>progreso a través de la técnica</i> [<i><a href="http://en.wikipedia.org/wiki/Vorsprung_durch_Technik">Vorsprung durch Technik</a> </i>que diría Audi]. Moderando el tecnodeterminismo, claro, ya que el mercado apela ambigua y simultáneamente a la omnipotencia de las voluntades individual y colectiva, tal vez por entenderlas como la realización a través del consumo.<br />
<br />
En este contexto conceptual se desarrollaba otra acertada campaña, en la que Vodafone se vestía de benefactor social: <i>¿recuerdas cuando llamabas a un lugar y no a una persona?</i> Pocas declaraciones más efectivas que ese "la vida es móvil. Móvil es Vodafone".<br />
<br />
<iframe allowfullscreen="" frameborder="0" height="315" src="http://www.youtube.com/embed/bz0kIH5c_Fo" width="420"></iframe><br />
<br />
El sector automovilístico, por su parte, encuentra su particular <i>leitmotiv</i> en la idea de <b>perfección</b> (Lexus la explicita, de hecho, en su "<a href="http://youtu.be/P0fGw0kvAzs">relentless pursuit of perfection</a>"). Idea que, a mi modo de ver, tiene bastante relación con un componente fundamental del sistema: el producto como promesa de felicidad y la felicidad como horizonte permanente.<br />
<br />
<iframe allowfullscreen="" frameborder="0" height="315" src="http://www.youtube.com/embed/5eiV9w2V4p0" width="420"></iframe>
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<br />
Es obvio que no se puede superar la promesa de perfección, pero parece que sí se puede renovar perpetuamente, apelando en parte al carácter circunstancial del concepto y en parte a nuestra extraordinaria capacidad para <b>olvidar</b> y para <b>creer </b>(olvidar <i>para</i> creer, más bien).<br />
<br />
<iframe allowfullscreen="" frameborder="0" height="315" src="http://www.youtube.com/embed/4dAv7UBYOV0" width="420"></iframe><br />
<br />
En cuanto a las propuestas supuestamente alternativas, como las conocidas fotografías de <a href="http://www.google.es/url?sa=t&rct=j&q=&esrc=s&source=web&cd=1&cad=rja&ved=0CDMQFjAA&url=http%3A%2F%2Fwww.olivierotoscani.com%2F&ei=rHRxUf6hC8GGhQf0yoHYCg&usg=AFQjCNEA3dTIJtzJQUORpDnin1Tvyxazow&sig2=1i7LUzt9xXPLQoNxcDa2oA&bvm=bv.45373924,d.ZG4">Oliviero Toscani</a> para Benetton o las últimas campañas de Dolce & Gabbana, no se puede decir que rompan ningún esquema. El patrón que todas ellas repiten es claro: temática provocadora y conservadurismo formal.<br />
<br />
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhC8QmovdvYDAHV_atUHivCRBLzC7efLHPeTB0EZA361V4nn30Uc5FDbYHWr0aeXtFpjKHV5vEobXBWEd2GuaWEtEYOi8EN_cPyNw8emHHx_25d4iP2U17ixOTeo_vKy9qpLFFPvoZd3YXQ/s1600/benetton1.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em; text-align: left;"><img border="0" height="270" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhC8QmovdvYDAHV_atUHivCRBLzC7efLHPeTB0EZA361V4nn30Uc5FDbYHWr0aeXtFpjKHV5vEobXBWEd2GuaWEtEYOi8EN_cPyNw8emHHx_25d4iP2U17ixOTeo_vKy9qpLFFPvoZd3YXQ/s400/benetton1.jpg" width="400" /></a><br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEi3Furv6JANMV1pALp6fvYVbnIpn6MmMWan-wGxo75TU-oPK8N_pmAC5VTGlNzC_SCQTbmHCugO1uq8MRhfOBTplWOq3QkqCYSRZYahWamY4yMeP1aKA_RIZURwITwBSidUSb3y8pnspxww/s1600/2007-knifecampaign-ad-dolce-26-gabbana-132023_1063_850.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="318" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEi3Furv6JANMV1pALp6fvYVbnIpn6MmMWan-wGxo75TU-oPK8N_pmAC5VTGlNzC_SCQTbmHCugO1uq8MRhfOBTplWOq3QkqCYSRZYahWamY4yMeP1aKA_RIZURwITwBSidUSb3y8pnspxww/s400/2007-knifecampaign-ad-dolce-26-gabbana-132023_1063_850.jpg" width="400" /></a></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: left;">
Lo de la provocación, por cierto, es bastante relativo. Es asombrosa la facilidad con que algunas compañías <a href="http://publipolemizando.wordpress.com/2007/12/12/dolce-gabbana/">logran que se les retiren campañas publicitarias</a>. El arte contemporáneo lleva décadas rizando el rizo, anestesiado por el cubo blanco y la saturación de un público sumamente restringido, pero el territorio de los <i>mass media</i> sigue siendo asequible cuando lo que se pretende es <i>epatar al burgués </i>(quienquiera que éste sea hoy). Una cita religiosa o histórica, una nota sexual <i>divergente</i> o violenta, y el éxito en forma de polémica está garantizado. Tal vez porque hemos interiorizado plenamente, como decía, que el espacio privado de la prensa y la televisión es el espacio público<i> de facto</i>... mientras que lo que ocurre en el espacio teóricamente público del museo tiene un carácter plenamente privado. </div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: left;">
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Curiosamente, además de beber de la historia del arte, la publicidad se emancipa al emularla, buscando cada vez más en su propia cultura sus referentes, su legitimidad y sus recursos formales. Un excelente ejemplo de ello es el universo de referencias y símbolos creado en torno a la figura de Michael Jordan. La codificación de sus gestos y <a href="http://es.wikipedia.org/wiki/The_Shot_(Finales_de_la_NBA_de_1998)">actuaciones</a> por parte del engranaje mediático que siempre lo ha rodeado constituye una verdadera mitología de la cultura comercial.</div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: left;">
<br /></div>
<iframe allowfullscreen="" frameborder="0" height="315" src="http://www.youtube.com/embed/SZjbTq4DcAQ" width="420"></iframe>
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<br />En realidad no son dos, sino un único sistema. Lo que cambia es nuestra perspectiva y el contexto.ahiebrahttp://www.blogger.com/profile/02755975715535113346noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-2812498689763453374.post-29221176494767757922013-03-11T12:24:00.001+01:002013-03-11T12:24:59.382+01:00La posmodernidad de BárcenasDe un tiempo a esta parte, me llama más la atención el aspecto estético que el aspecto ético de la retahíla de escándalos políticos que exportamos bajo la marca España. No es una cuestión menor. Desde que <a href="http://www.circulobellasartes.com/benjamin/termino.php?id=93">Benjamin hablase</a> de la <b>estetización de la política</b> a propósito del auge del fascismo, no hemos dejado de analizar la pérdida de protagonismo del discurso y la ideología en favor de puestas en escena y repertorios simbólicos cada vez más complejos. "Todo está medido, no hay lugar para la improvisación". Por eso sorprende -en parte- que llevemos semanas sumidos en un vodevil barato: <a href="http://www.eldiario.es/politica/Mulas-conocia-Amy_0_94140637.html">todólogas-pop inexistentes</a>, <a href="http://www.europapress.es/nacional/noticia-marchante-citada-barcenas-declara-nunca-oyo-hablar-extesorero-20130308185307.html">políticos reconvertidos en marchantes que multiplican panes y peces</a>, <a href="http://www.elperiodico.com/es/noticias/politica/corinna-admite-que-rey-pidio-ayuda-para-encontrar-trabajo-urdangarin-2326003">chicas Bond en la Zarzuela</a>, <a href="http://www.elmundo.es/elmundo/2013/02/06/espana/1360166461.html">duques injustamente empobrecidos</a>...<br />
<br />
Nuestra democracia está repleta de episodios bochornosos, no vamos a descubrir América, pero creo que ciertas cuestiones que podríamos considerar <i>formales</i> dicen mucho de la deriva que está tomando la situación actual. Al fin y al cabo, el ejercicio "institucional" de la política exige capacidad para salvar las apariencias bajo cualquier circunstancia. Horas después de perder dos millones de votos en unas elecciones, repatriando cadáveres o recortando en sanidad, el espectáculo debe continuar de tal forma que <a href="http://hiebra.blogspot.com.es/2013/01/videocracia.html">siempre haya lugar para transmitir un mensaje de legitimidad</a>. Si pierdes, <a href="http://youtu.be/kKJxcYoUUkY">vas a trabajar por defender políticas que abandonaste cuando gobernabas</a>; si no has cumplido tus promesas, <a href="http://soymenos.wordpress.com/2013/02/16/no-he-cumplido-con-mis-promesas-pero-he-cumplido-con-mi-deber/">has cumplido con tu deber</a>... Y así hasta el hastío.<br />
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<a href="http://hiebra.blogspot.com.es/2012/11/teatro.html">Abuso del símil</a>, pero todo espacio político es un espacio teatral, que como tal requiere tanto de la suspensión de la incredulidad por parte del ciudadano-espectador, como de la supresión del pasado en sentido histórico (ya que todo se reduce a lo reciente o lo inmediato de la escena). Existe un pacto tácito por el cual aceptamos cualquier desliz o ultraje siempre que no exponga o altere el equilibrio ficcional, esto es, siempre que preserve la <a href="http://lafilosofiaylasociedad.blogspot.com.es/2010/03/el-arte-como-instancia-de-verosimilitud.html"><b>verosimilitud</b></a> de la representación. Aquí radica el sustento de la corrupción institucionalizada: es posible amputar un miembro para salvar el cuerpo, admitir un supuesto error para utilizarlo como muestra inequívoca de integridad. En el ámbito de la política, como en el del arte, <a href="http://hiebra.blogspot.com.es/2010/10/arte-y-espectaculo.html">la autocrítica blinda frente a la crítica exógena</a>. "Los corruptos son expulsados, luego entonces los que estamos dentro estamos limpios", "la justicia funciona", "tolerancia cero", "ovejas negras", falibilidad humana... ¿No es acaso el juego del personaje creado (voluntaria o involuntariamente) por (¿para?) Beatriz Talegón?<br />
<br />
<iframe allowfullscreen="" frameborder="0" height="315" src="http://www.youtube.com/embed/0ZicxS57B3o" width="420"></iframe>
<br />
<br />
"Incluso yo <i>puedo</i> alzar <i>mi voz</i> aquí <i>contra</i> vosotros" (¡ah, la semántica!), ergo el sistema funciona. No digo que invalide los demás, pero ése es sin duda el mensaje último de su discurso.<br />
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¿Qué ha ocurrido recientemente? Que nos hemos despertado en cueros y sin atrezzo: el poder ha perdido hasta la necesidad de guardar las <b>apariencias</b>. Ya <a href="http://www.lavozdegalicia.es/noticia/espana/2012/07/12/quien-es-andrea-fabra-polemica-hija-carlos-fabra-diputada-pp/00031342125506258693560.htm">todo vale</a>. Por eso surge un personaje fascinante, el de Luis Bárcenas, quien ante el frontón de lo inverosímil ("ese señor pasaba por aquí, a mí que me registren"), redobló su apuesta con sendas denuncias por <a href="http://www.elmundo.es/elmundo/2013/02/26/espana/1361889507.html">despido improcedente</a> y <a href="http://www.expansion.com/2013/03/06/economia/1362577559.html">por maltrato</a>. Qué genialidad, qué capacidad para anular el efecto ilusorio de la disculpa política. Eso sí es dinamitar el escenario. Enfrentar la dialéctica del poder a sus propios términos la desnuda. ¿Y después? La apoteosis de la "indemnización en diferido en forma de simulación", que viene siendo admitir que ya no hay discurso alguno... ni entre bastidores ni de cara al público.<br />
<br />
<iframe allowfullscreen="" frameborder="0" height="236" src="http://www.youtube.com/embed/ouwEw620om0" width="420"></iframe>
<br />
<br />
Bárcenas no lo sabe, pero es un auténtico apóstol de la <a href="http://sindominio.net/metabolik/alephandria/txt/guerrilla.pdf">guerrilla de la comunicación</a>. Pocos están en condiciones de aplicar el <a href="http://terror-recreativo.foroactivos.net/t14-el-principio-de-la-sobreidentificacion">principio de la sobreidentificación</a> tan eficazmente como él.<br />
<br />
Su actitud constata la descomposición de un determinado orden estético, hasta el punto de que ya no nos parece tan ofensivo el hecho de que se nos robe (y cuando conjugo "robar" hablo tanto de recursos materiales como inmateriales) como la falta de disimulo y compostura con que se nos roba. El cómo.<br />
<br />
En cuanto a la nueva <i>poética</i>, puede ser entendida a partir de la entrada de la lisérgica escena política española en el universo posmoderno (<a href="http://elpais.com/elpais/2013/03/04/opinion/1362436770_249756.html">ya no le viene grande la etiqueta <i>pospolítica</i></a>). Aunque también cabe pensar en un pintoresco regreso al pasado: si lo de Grillo se explica <a href="http://www.eldiario.es/zonacritica/Comedia-finita_6_107849232.html">echando mano de la Comedia del Arte</a>, la gravedad con que nuestros gerifaltes se presentan a sí mismos remite al esperpento valleinclanesco. "<a href="http://es.wikipedia.org/wiki/Esperpento#El_esperpento_seg.C3.BAn_el_propio_Valle-Incl.C3.A1n">Enanos y patizambos que juegan una tragedia</a>". Y tanto. Nos queda el consuelo de pensar que, mal por mal, es preferible la estética de nuestra extravagancia congénita a otra que también parece regresar: la de la pulcritud fascista.ahiebrahttp://www.blogger.com/profile/02755975715535113346noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-2812498689763453374.post-89520882126979248342013-02-25T16:22:00.002+01:002013-02-26T11:32:03.779+01:00Reformar la reforma universitariaRecomiendo la lectura de la crítica a la <a href="http://www.mecd.gob.es/dms/mecd/ministerio-mecd/servicios-al-ciudadano/participacion-publica/sistemauniversitario/adenda-propuestas-reforma.pdf">adenda</a> al informe de la <a href="http://www.mecd.gob.es/prensa-mecd/actualidad/2013/02/20130215-comision-expertos.html">Comisión de Expertos para la Reforma del Sistema Universitario Español</a> que <a href="http://economics.sas.upenn.edu/~jesusfv/">Jesús Fernández-Villaverde</a> ha publicado en <a href="http://www.fedeablogs.net/economia/">Nada es Gratis</a>. Ciertamente no por compartir su criterio, sino porque contiene observaciones que deberíamos considerar a la hora de plantear <b>un modelo diferente de reforma</b>, por aquello de huir del enroque maniqueo al que la figura de Wert parece condenarnos y por anticiparnos a la enmienda "2.0" que antes o después nos van a plantear.<br />
<br />
Me gustaría comentar algunos puntos. Empiezo con lo bueno:<br />
<blockquote>
La adenda comienza con una afirmación sorprendente: “el nivel docente e investigador de la mayoría de nuestros centros públicos de enseñanza superior es, sinceramente, alto”. No. Esto es más falso que un duro de cuatro pesetas. La gran mayoría de las universidades y facultades españolas son malas. [...] El que muchos de nuestros estudiantes salgan al extranjero y lo hagan muy bien es más “a pesar” de la universidad española que “gracias” a la universidad española.</blockquote>
<blockquote>
[...] El único argumento que ofrece la adenda para sostener tan peregrina afirmación es una apelación a la buena imagen del profesorado en las encuestas. Este argumento es a la vez irrelevante y absurdo. Es irrelevante porque la encuesta no pregunta por la calidad de la investigación sino por la valoración del profesorado, que es algo bien distinto. Es absurdo porque la evaluación científica no se basa en la opinión de la mayoría sino en la de los expertos.
</blockquote>
Sin duda, y cabe matizar, antes de que se enerven los amigos de la demagogia, que difícilmente se puede entender esto como un alegato antidemocrático.<br />
<blockquote>
La adenda advierte luego de que una reforma a fondo de la universidad española sería de difícil encaje en nuestro marco jurídico. No entiendo muy bien porque esto es argumento contra la reforma universitaria y no contra nuestra legislación. El ordenamiento jurídico española hace aguas por todos sitios y requiere una modificación profundísima. Las leyes están para servir al conjunto de la sociedad, no al contrario. </blockquote>
<i>Touché</i>. Tema de otro debate es qué reformar y cómo.<br />
<blockquote>
Intentar garantizar la correcta selección de profesorado mediante procedimientos como una habilitación o un tribunal oral es construir castillos en el aire (¿de verdad, un tribunal oral? ¿En 2013? Ya puestos, organicemos un torneo medieval entre los candidatos, que al menos es más pintoresco y podemos vender entradas a los turistas extranjeros).</blockquote>
Palo también al informe. Hilarante por cierto.<br />
<blockquote>
... en muchas ocasiones he explicado que el actual sistema de selección de rectores en España es ridículo. Sustituirlo por otro donde los profesores en un consejo (con cierta representación de otros grupos) deciden quién es el rector tampoco soluciona nada pues seguimos sin cambiar los incentivos.</blockquote>
Y una <a href="http://www.fedeablogs.net/economia/?p=9891">oportuna autocita</a> como colofón:<br />
<blockquote class="tr_bq">
El verdadero problema es que el sistema genera incentivos perversos: los votantes no ganan al votar por el mejor rector desde el punto de vista de la sociedad sino por votar al que más les beneficie de manera personal. Esto no quiere decir, literalmente, que la gente solo vote por su interés, simplemente que muchos lo harán por este motivo y que muchos otros, quizás inconscientemente, lleguen a la conclusión que el rector que mejor les viene a ellos es también el mejor para todos. Negar que la gente se comporta, al menos en parte, para mejorar su situación personal es pura ingenuidad.
</blockquote>
Este aspecto es crucial y contiene el componente <b>crítico</b> que echo mucho en falta en el artículo <a href="http://www.eldiario.es/zonacritica/informe-sabios-Wert-valoracion-urgencia_6_102249786.html">que hace unos días publicaba, en eldiario.es, Rafael Escudero</a>, también recomendable en la medida en que señala con acierto muchas de las lagunas y el sustrato ideológico del trabajo de la comisión. Cualquiera que conozca mínimamente la universidad desde dentro sabe que toda la palabrería en torno a su independencia y su carácter democrático es una broma de mal gusto. <b>Es difícil encontrar una institución más caciquil</b> en España (que ya es decir). El incentivo que con mayor facilidad percibirá uno en casi cualquier claustro universitario estatal es el deseo de medrar a cualquier precio (o de "no meterse en líos", que es casi igual de lamentable) de buena parte del personal. <br />
<br />
No se puede decir, como dice Escudero, que actualmente la "comunidad universitaria" nombra al rector y que la reforma socava la "autonomía" de la institución, porque <b>tal comunidad y tal autonomía no son más que mitos al servicio de intereses personales</b>. Abandonemos ya, por favor, ese optimismo antropológico que nos ciega y nos lleva a pensar que tenemos facultades llenas de desinteresados apóstoles del conocimiento. La regulación universitaria española es un desastre, pero gran parte de las penurias de los estudiantes y jóvenes investigadores no la tienen los respectivos ministros de educación (que también), sino la desidia, el ombliguismo y en algunos casos la mala fe de un buen número de catedráticos, jefes de departamento y rectores que dedican su trabajo, su nombre y su influencia a proteger sus prebendas. Muchos de los que hoy protestan aplaudían con las orejas las mayores insensateces cuando sus respectivos proyectos recibían financiación a espuertas y tenían carta blanca para enchufar a sus acólitos (preguntadles qué opinión han transmitido a los sucesivos ministerios de educación cada vez que han sido consultados sobre una hipotética reforma universitaria...). Me parece bastante triste que algunos desatiendan la responsabilidad que conlleva que su puesto no dependa ni de sus opiniones, ni de su buena relación con el jefe de turno, ni del capricho del político que corresponda, haciendo la vista gorda una vez tras otra ante el <b>despilfarro de</b> <b>dinero público</b>, <b>mecanismos de evaluación interna deliberadamente inútiles</b> y procesos de contratación de personal y de adjudicación de obras y servicios que rayan en lo fraudulento. Entre otras cosas, porque han dado la razón a los que cuestionan "el carácter funcionarial como requisito de la libertad de cátedra", en perjuicio de quienes que lo respaldamos.<br />
<br />
Dicho todo esto, me centro en lo que creo hace aguas en el artículo de Fernández-Villaverde:<br />
<blockquote>
España sufre de muchos problemas. Pero el más importante de ellos, con diferencia, es la gran cantidad de españoles que se oponen al cambio. Unos lo hacen porque no han entendido el mundo en el que vivimos en 2013 y se apegan a concepciones obsoletas. Otros lo hacen por defensa de unos intereses particulares.</blockquote>
Razonamiento claramente capcioso. No hace falta explicar que rechazar un modelo de cambio no implica rechazar el cambio. Además, el "si no estás de acuerdo con lo que propongo es que eres tonto o vives en una caverna" sobra. Y lo digo desde la certeza de que, efectivamente, una parte de la oposición a la reforma se explicará por la defensa de privilegios personales.<br />
<blockquote class="tr_bq">
UCal-Berkeley, por poner un ejemplo, es una universidad que deja en la más triste cuneta a todas las universidades españolas –públicas y privadas- porque provee los incentivos correctos a los profesores para que investiguen y enseñen.
[...] De igual manera los departamentos de Berkeley tienen incentivos para seleccionar a sus profesores entre los mejores y no entre los amigos pues la excelencia es recompensada y la mediocridad castigada.
[...] Al contrario, al dotar a la universidad de la gobernanza adecuada la afianza y limpia el proceso de selección de la alta gerencia universitaria que en estos momentos ha sido, como en tantos otros ámbitos de nuestra sociedad, invadido por la política.</blockquote>
No podían faltar <b>ideas clave del discurso neoliberal</b>: excelencia y despolitización.<br />
<br />
¿Pero qué es la excelencia? ¿Y qué es una universidad excelente? ¿Aquella que garantiza que sus licenciados encuentren trabajo? ¿La que contribuye a reducir desigualdades sociales? ¿La que permite establecer fructíferas vías de colaboración con la <i>iniciativa privada?</i> ¿La que da cabida a todos aquellos <a href="http://www.fedeablogs.net/economia/?p=16469">proyectos a los que el mercado da la espalda</a>? Porque una cosa es que tengamos claro que hay mejores y peores centros y docentes, y otra que podamos determinar con rigor científico un baremo absoluto de excelencia y mediocridad, y que éstos conceptos sean ajenos a una determinada posición política. Creo que el propio informe ejemplifica la inconsistencia de tales pretensiones a la hora de proponer su modelo de gestión universitaria:<br />
<blockquote>
El Consejo es el órgano de la Universidad en el que están representados los intereses académicos y los de la sociedad [...] La duración de su mandato sería de 5 años, renovables por una sola vez. El Consejo de la Universidad deberá tener una mayoría de académicos:
</blockquote>
<blockquote>
[...] Un 50% sería elegido por el Claustro de la Universidad, con una muy importante mayoría de PDI. Los PDI elegidos deberían ser personas de prestigio; los españoles deberían tener, al menos, dos sexenios de investigación ‘vivos’ en los términos que se mencionan en el punto I.2.1.4 de este informe. [...]</blockquote>
<blockquote>
Un 25% por la correspondiente Comunidad Autónoma, para garantizar la participación efectiva de la sociedad civil en el máximo órgano de gobierno universitario. La elección debe recaer en personas de elevado prestigio profesional o académico [...]
</blockquote>
<blockquote>
El 25 % restante será elegido por los anteriores dos grupos entre personas internas o externas a la Universidad, nacionales o extranjeras, que sean de especial interés para el desarrollo de cada proyecto universitario (antiguos cargos académicos nacionales o extranjeros, antiguos alumnos o profesores, científicos, académicos, innovadores, empresarios, etc.). Igualmente, deben buscarse aquí personas de elevado prestigio [...]</blockquote>
Concediéndole el beneficio de la duda, la comisión tiene mejor intención que ideas para garantizar un proceso representativo y eficaz. "Personas de elevado prestigio". Ni me gusta la expresión (ya sabemos qué comporta) ni me deja de parecer la pescadilla que se muerde la cola. ¿Cómo evaluar algo tan difuso y cómo garantizar que se hace de buena fe? Porque si nos ceñimos a los títulos y trayectorias de nuestros próceres actuales, tendremos que asumir que la mayoría ha obtenido sus condecoraciones comulgando con el sistema vigente de vasallaje, nepotismo y endogamia. Y en cuanto al único criterio concreto mencionado, los famosos <a href="https://sede.educacion.gob.es/catalogo-tramites/organismos/sexenios-cneai">sexenios de investigación</a>, tienen el "pequeño problema" de <i><a href="http://hiebra.blogspot.com.es/2011/03/los-verdaderos-problemas-de-la.html">ir al peso</a> </i>y no ser garantía de nada. A nadie se le escapa que la propuesta da la oportunidad a los que controlan el chiringuito actual de perpetuarse en el poder, lo que unido al hecho de que la alusión a la "participación efectiva de la sociedad civil" sea un brindis al sol en toda regla, no augura nada bueno.<br />
<br />
Fernández-Villaverde se desmarca de la idea y deposita su fe en <b>los incentivos</b>. No sin razón, pero "obviando" un detalle fundamental: que no es posible concebir "incentivos despolitizados", porque no es posible desvincularlos de la pregunta ineludible sobre cuál debe ser la función de la universidad.<br />
<br />
Me imagino que esta cuestión no tiene demasiada miga para muchos economistas que entienden la universidad como una entidad subordinada al interés privado. Sin embargo, no tiene nada que ver organizar una facultad para que le entregue a McKinsey el profesional que busca con hacerlo para, pongamos por caso, ampliar los horizontes de la física o formar una ciudadanía crítica. En un orden de cosas mundano y pragmático, si hacemos depender la financiación universitaria de la capacidad de generar lucro económico de los proyectos que un centro haya desarrollado, podemos estar seguros de que <b>se abandonarán o marginarán líneas de investigación</b> fascinantes y/o socialmente necesarias por deficitarias (de las Humanidades ni hablemos... parece que la tácita reconversión de Historia del Arte en Máster en Gestión Cultural nos da pistas de hacia dónde nos dirigimos).<br />
<br />
Como de costumbre, el problema radica en la creciente tendencia a creer en la posibilidad de reducirlo todo a cifras y en la neutralidad de las mismas. "Más es mejor", pero primero hay que saber qué, cómo y para qué se puede cuantificar. Se incentiva en función de objetivos y rankings, pero definir objetivos y establecer rankings no es otra cosa que tomar decisiones políticas. Profundamente políticas, de hecho, porque el único que puede concretar términos como prestigio, excelencia o rentabilidad es el que diseña su baremo. La historia de siempre: <i>haz tú la ley y déjame a mí el reglamento</i>.<br />
<br />
Somos muchos los que nos oponemos a la privatización y a la instrumentalización mercantil de nuestro sistema educativo -<a href="http://www.businessweek.com/magazine/content/11_17/b4225060960537.htm">cuyas consecuencias se dejan notar hasta en los "modelos de excelencia"</a>-, pero si no denunciamos su calamitosa situación actual, y la vergonzosa utilización de su supuesta autonomía y carácter democrático en beneficio de intereses particulares, estaremos enterrando lo poco que tiene de bueno.ahiebrahttp://www.blogger.com/profile/02755975715535113346noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-2812498689763453374.post-45036490757568298102013-02-11T12:07:00.002+01:002013-02-11T13:39:29.337+01:00Una de Wes AndersonEl mecanismo básico de la crítica consiste en definir <b>autores</b> y movimientos en torno a vocabularios específicos, esquemas consensuados que establecen qué conceptos tienen cabida y qué ideas podemos esperar encontrar en determinados <b>discursos</b>. Nada fascinante, exceptuando tal vez su fase de gestación, ese balbuceo que, con el tiempo, suele derivar en una retahíla de lugares comunes.<br />
<br />
La duración de este particular proceso de <i>decantación</i> depende mucho de la densidad de la obra del <i>auteur</i> en cuestión, de su voluntad de incidir más o menos reiteradamente en ciertos temas y de la facilidad o dificultad para asignarle eso que llaman <i>estilo</i>. En el caso de Wes Anderson, por ejemplo, la tarea se antoja sencilla: en cada cinta, el repertorio, completo y plenamente reconocible, de su filmografía. Pero el repertorio no suele bastar, pienso mientras leo algunos artículos sobre <b><i>Moonrise Kingdom</i></b>. Parece que muchos de los que la han visto, perspectiva "planeta Anderson" y prisma naïf en ristre, se han quedado a medias, en el "exquisito trabajo visual" y en la "melancolía" que despierta el "amor platónico" de Sam y Suzy (ejemplo de otro mecanismo crítico común, por cierto: presuponer la falta de profundidad del relato para justificar la del análisis). Es una lástima, porque en contra de lo que aparenta creo que es, sino la más, una de las películas más descarnadas del director.<br />
<br />
A mi modo de ver, la clave es que Anderson consigue tejer una interesante red en que se superponen diversos niveles narrativos, ya que la historia de amor "onírico-utópica" funciona, además de como fábula, como deconstrucción crítica del imaginario de las relaciones sociales y de pareja, del tratamiento cinematográfico de las mismas y de su propio espacio ficcional. Esencialmente, <i>Moonrise Kingdom</i> es una <b>historia de desengaño</b> que vincula metafóricamente el final de la infancia y el del amor al tiempo que expone las estructuras que construyen el relato cinematográfico. La relación (preadolescente) entre Sam y Suzy no constituye, como se ha querido ver, el reverso de la relación (adulta) entre el capitán Sharp y Laura, como demuestra el hecho de que Anderson dedique buena parte de la película a evidenciar su inconsistencia.<br />
<br />
En este sentido, hay una escena especialmente elocuente, una de las conversaciones de la joven pareja en la playa, en medio de cuya apoteosis idealista<br />
<blockquote class="tr_bq">
"Siempre he deseado ser huérfana. La mayoría de mis personajes preferidos lo son. Creo que vuestras vidas son más especiales".</blockquote>
se nos invita a suspender la credulidad:<br />
<blockquote class="tr_bq">
"Te quiero, pero no sabes lo que dices".</blockquote>
En el contexto alucinógeno del film, esta declaración evidencia la ficción del relato tanto o más que la (manida) figura del narrador dirigiéndose al espectador. No conviene obviar que Sam, Suzy, Sharp y Laura refuerzan esta idea empleando un doble registro metacinematográfico: el de la parodia del cliché ("Tendría cuidado si fuese tú. Uno de estos días alguien se verá demasiado presionado y quién sabe de lo que será capaz [...] No es una amenaza, es una advertencia"; "no me importa. No tiene sentido. No sin Suzy"; "sólo queremos estar juntos", etc) y el autorreferencial, escéptico ante la propia estructura interna de la obra, como acabamos de ver y como denotan múltiples intervenciones ("No puedo rebatir nada de lo que has dicho, pero tampoco tengo que hacerlo porque tienes doce años"; "no es tonto, pero supongo que sí es algo triste", etc). Es como si se nos invitase a creer en un discurso que se autorrefuta.<br />
<br />
Esta polaridad queda evidenciada, además, en un segundo aspecto: el tratamiento de la permanente oposición adultos-niños / autoridad-rebeldía. La familia, el campamento, la burocracia y los servicios sociales componen un sistema represivo al que se enfrentan tanto Sam y Suzy como el resto de los <i>khaki scouts</i> cuando deciden ayudarlos. Podría parecer que su reivindicación representa <i>la verdad</i> frente a la sinrazón de la actitud de los Walt, Laura y Sharp, ahogados en la rutina y la resignación, pero la joven pareja se queda bastante lejos de lo que podría significar una ruptura en términos morales y sociales, como demuestra su inusitado interés por contraer matrimonio (no deja de resultar curioso el entusiasmo con que abrazan el anatema de sus respectivas infancias). Las palabras de Ben sobre la trascendencia de la decisión y la irónica preocupación de los scouts por la precariedad económica de los novios preludian otro momento clave de la película: <b>la huida de los recién casados, que dura exactamente veinte segundos</b>, el tiempo que tarda su velero en dar la vuelta para que Sam pueda tratar de recuperar los prismáticos de Suzy. No volverán al barco, en lo que supone una nueva nota sarcástica: el sueño naufraga en el sueño.<br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<br /></div>
Y si nos ponemos un poco estupendos, a todo lo anterior podríamos añadir que Anderson encuentra incluso en la iconografía modos de hacer visible la dualidad de su historia: en la playa, antes del encuentro "presexual" de Sam y Suzy, la recreación cándida <a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiPhUE-O8zZjONVe_cDBx4vld5gYEarNvZanNU2E0wve5kh_jkkr9PRR4NnXeKkuD7VQmH2IKMgBK-jGj7HS9MKQHLFj3hcDKqm9gxvmLj1r0FznmItsGduT06iE-40mLYcMVjaN-dwoAIW/s1600/suzy_playa.png">del tema del pintor y la modelo</a> se sitúa a medio camino entre la <a href="http://upload.wikimedia.org/wikipedia/commons/c/ca/Edouard_Manet_038.jpg">Olimpia de Manet</a> y la <a href="http://collider.com/wp-content/uploads/lolita-kubrick-movie-image-01.jpg">Lolita de Kubrick</a>. Un ejemplo más de esa supuesta rebeldía frente a lo establecido, pero también y de nuevo, una forma de demoler los cimientos del relato empleando su cara más idílica contra sí misma.<br />
<br />
¿Ingenuidad? Cero, me temo. De hecho, tras el clímax del campanario, la relación "domesticada" del final de la película parece refrendar esta lectura. Se recomponen, hasta cierto punto y a buen seguro provisionalmente, las estructuras familiares - de control, acatando todos los personajes un orden socialmente aceptable. <b>De la utopía queda el recuerdo, el lienzo</b> <b>en que Sam representa la playa</b> en la aventura fue, transitoriamente, posible. Se acaba el verano, que es también la inocencia de la infancia, que son, también, el amor y la ficción cinematográfica. El último beso de Suzy supone una despedida -dentro y fuera del marco del relato, relativa a su relación pero también a su niñez y a su idealismo- que como adultos podemos reconocer.<br />
<br />
Puede que la única forma de volver a esa playa sea como como Pierrot y Marianne... A lo mejor hay que ver <i>Moonrise Kingdom</i> pensando en <a href="http://www.filmschoolrejects.com/features/the-stylistic-connections-between-wes-andersons-moonrise-kingdom-and-godards-pierrot-le-fou.php">Godard</a> vestido <a href="http://www.nytimes.com/2002/01/11/movies/watching-movies-with-wes-anderson-from-centimes-a-wealth-of-ideas.html">de Truffaut</a>.<br />
<!----->ahiebrahttp://www.blogger.com/profile/02755975715535113346noreply@blogger.com1tag:blogger.com,1999:blog-2812498689763453374.post-7692395417490644832013-01-21T01:54:00.001+01:002013-03-09T17:01:24.859+01:00Videocracia<a href="http://hiebra.blogspot.com.es/2012/11/teatro.html">Una más</a> de <a href="http://hiebra.blogspot.com.es/2011/02/la-ingenuidad-como-sustento-de-la.html">ficción política</a>. <br />
<br />
"Los que creen que el mundo no es un contubernio es que están mal informados".
<a href="http://www.soymenos.net/diario_alfa.pdf"><br />Roberto Alfa</a><br />
<br />
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ahiebrahttp://www.blogger.com/profile/02755975715535113346noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-2812498689763453374.post-34406534760805480052013-01-08T21:21:00.000+01:002013-01-09T20:32:45.251+01:00AcadémicosDespués de romperse los cuernos durante meses para intentar sacar de la calle a un grupo de estudiantes abocados al tráfico de drogas,<br />
<br />
<iframe allowfullscreen="allowfullscreen" frameborder="0" height="315" src="http://www.youtube.com/embed/FRDxDvz0bd4" width="420"></iframe>
<br>
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<iframe allowfullscreen="allowfullscreen" frameborder="0" height="315" src="http://www.youtube.com/embed/14-YsqYw6og" width="420"></iframe>
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<br />
"Bunny" Colvin y David Parenti se dan de bruces con la irracionalidad estadística de la administración pública, para la que sólo existen exámenes y porcentajes.<br />
<br />
Menos mal que siempre les quedará la academia...<br />
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<iframe allowfullscreen="allowfullscreen" frameborder="0" height="315" src="http://www.youtube.com/embed/SnHLfwDPt-k" width="420"></iframe><br />
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(Por cierto, alguien se ha tomado la molestia de <a href="http://boyando.posterous.com/academics-shit">transcribir y traducir</a> este último vídeo).ahiebrahttp://www.blogger.com/profile/02755975715535113346noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-2812498689763453374.post-72279743206640482922013-01-05T17:55:00.000+01:002013-01-05T17:55:04.454+01:00La normalidadUna de las cosas que más me ha llamado la atención del furor caritativo navideño es su compromiso con la difícil situación que atraviesa en nuestro país la "gente normal": profesores, periodistas, médicos, empleados públicos... perfiles que no estamos acostumbrados a asociar a términos como "hambre", "paro" o "desahucio" -habitualmente reservados para inmigrantes, yonquis, familias disfuncionales, gente de costumbres disolutas, rojos haraganes... ciudadanos de segunda en general, vaya-.<br />
<br />
Los relatos sobre sus desgracias suenan a testimonio de vecino de homicida, cambiando el "era un chico normal, siempre daba los buenos días" por "es una mujer muy responsable", "son una familia muy unida" o un más específico "nunca habían tenido deudas ni se les conocían vicios". Su drama sobreviene, como es costumbre, "de la noche a la mañana" y "sin previo aviso".<br />
<br />
Hay una forma de interpretar esta actitud que entiendo mayoritaria y, sobre el papel, irreprochable: crear conciencia social sobre el alcance de la crisis económica, la arbitrariedad de sus efectos y la necesidad de intervención estatal. Pero hay una segunda lectura más problemática, en la medida en que recalcar lo extraordinario de la coyuntura actual supone, en cierto modo, <a href="http://hiebra.blogspot.com.es/2012/07/desmantelamiento-cultural-no-estabamos.html">dar por buena la precedente</a> -de ahí que se insista tanto en la urgencia de aprobar medidas, recortes y leyes "provisionales"; de ahí que hasta los empresarios que presumían de infalibilidad admitan sin pudor sus fracasos, atribuibles ahora a imponderables-. Toda definición de anormalidad requiere un referente de normalidad; por eso, de acuerdo con el discurso oficial, lo que vemos no son las podridas entrañas del sistema, sino una desafortunada anomalía. Que a largo plazo nos terminen vendiendo la necesidad de cronificar la austeridad para volver al equilibrio es consecuencia, precisamente, de este planteamiento.<br />
<br />
Frente a la opción de cuestionar un sistema político-económico por su naturaleza violenta, se impone la de dar por buena su formulación "ideal", ésa que durante años permitió a una amplia mayoría -de <i>gente</i> <i>normal</i>- disfrutar de un "buen nivel de vida" mientras <i>los pobres</i> -inadaptados y vagos por definición- hurgaban en la basura figurada y literal. A nadie se le escapa la diferencia entre presentar la crisis como una intensificación de las desigualdades y miserias inherentes al sistema económico y exponerla como el resultado de ciertas alteraciones y errores humanos dentro de un modelo que funciona -o, en su defecto, como parte de sus ciclos sistémicos, supuestos paréntesis necesarios para garantizar una continuidad de bonanza-.<br />
<br />
La prevalencia de esta segunda opción explica que sorprenda algo tan connatural al capitalismo como la marginalidad, que por si fuera poco parece quedar sepultada bajo nuestra obsesión cuantificadora. Al poner el acento en la cifras -cinco millones de parados, 25% de la población activa, 58.000 desahucios...-, desplazamos la atención desde la naturaleza del problema hacia su magnitud: aceptar que la pobreza comporte abandono, indigencia y exclusión mientras sea minoritaria sólo demuestra <a href="http://hiebra.blogspot.com.es/2012/02/por-que-son-pobres-los-artistas.html">nuestro fracaso como sociedad</a> y nuestra miseria moral.<br />
<br />
La tarea no es, por tanto, restaurar el estado del bienestar ni reivindicar una idea imprecisa de éste en el plano simbólico, sino crearlo.ahiebrahttp://www.blogger.com/profile/02755975715535113346noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-2812498689763453374.post-69499934006319945002013-01-01T00:53:00.001+01:002013-01-01T00:56:45.162+01:00Otro lenguaje para 2013Mi propósito de año nuevo: no escribir -y, por norma general, no leer- textos sobre arte que contengan, de manera gratuita -es decir, casi siempre-, alguna de las siguientes expresiones:<br />
<br />
- Zeitgeist<br />
- Resistencia<br />
- Arte político<br />
- Interacción<br />
- Sostenibilidad<br />
- Empoderamiento<br />
- Múltiples referencias<br />
- Cartografía emocional<br />
- Conceptual<br />
- Identitario<br />
- Inter/transdisciplinar<br />
- Alternativo<br />
- Emergente<br />
- Sinergias<br />
- Emancipar<br />
- Desarrollar/consolidar un lenguaje<br />
- Explorar/abrir nuevas vías<br />
- Reformular<br />
- Hibridar<br />
<br />
Me va a costar, porque con mayor o menor justificación he usado alguna de ellas de forma habitual y en general no creo que tengan nada de malo <i>per se</i>, pero el abuso de frases hechas, tópicos y lugares comunes vacía de significado gran parte de la literatura -nunca mejor dicho- artística. Con frecuencia deliberadamente, claro, con el agravante a veces obviado de que salvar los muebles vistiendo de seda la falta de contenido o de proyecto empobrece, además del discurso afectado, el sincero.<br />
<br />
No creo que nos venga mal resetear. Por eso al 2013 le pido menos citas y términos recurrentes, más <a href="http://seminarigarbell.sogres.es/">tesauros incorrectos de la cultura</a>. Si la idea es proponer nuevas prácticas, nuevas formas de producción y distribución, lo que nos hace falta no es un vocabulario sumamente específico que institucionalizar, sino la voluntad de renovar el lenguaje con tanta frecuencia como sea necesario, de intentar que continúe sirviendo para describir y analizar críticamente la realidad.<br />
<br />
Menos lírica y más rigor, vaya. <br />
<br />
Feliz año. ahiebrahttp://www.blogger.com/profile/02755975715535113346noreply@blogger.com2tag:blogger.com,1999:blog-2812498689763453374.post-63167900747361077442012-11-22T10:30:00.000+01:002012-11-22T10:30:02.015+01:00El factor cultural<i>¿Existe en España una cultura de incumplir la Ley?</i>, se pregunta en<i> <a href="http://hayderecho.com/2012/11/18/existe-en-espana-una-cultura-de-incumplir-la-ley/">¿Hay derecho?</a></i> Alberto Gil. Y como <a href="http://hiebra.blogspot.com.es/2012/07/espana-tiene-espanoles.html">cada vez que alguien hurga en esa llaga</a>, surge una réplica contradictoria: "<a href="http://hayderecho.com/2012/11/18/existe-en-espana-una-cultura-de-incumplir-la-ley/#comment-10715">la culpa no es de la cultura</a>, es de la legislación / instituciones / mercado laboral". Contradictoria, insisto, porque las instituciones, la legislación y el mercado laboral son, hasta donde sé, <b>consecuencia y causa</b> de una determinada cultura. Ni nacen por generación espontánea ni se estructuran a partir de principios aleatorios, y nadie duda de que determinan hábitos, preferencias, actitudes y relaciones sociales, moldeando en gran medida nuestra mentalidad.<br />
<br />
Lo cierto es que no creo que haya gente que opine, literalmente, que estas estructuras sean ajenas a la realidad en que son concebidas. Lo que sí creo es que hay importantes divergencias y malentendidos a la hora de trabajar con algunos conceptos. Observo, por ejemplo, que muchos de los que reniegan de las lecturas en clave cultural lo hacen tras interpretarlas -por extraño que parezca- como posturas innatistas o incluso <b>deterministas</b> ("no <i>somos</i> vagos", "no estamos <i>condenados</i> a hacer las cosas mal"...), como si en vez de hablar de un problema cultural hablásemos de un problema genético o de la voluntad divina. La realidad es que cuando hablamos de nuestra cultura no hablamos de ser imbéciles congénitos, ni de tener menos capacidad para la realización de ciertas tareas o el cumplimiento de ciertos preceptos que nuestros homólogos alemanes o finlandeses. Cuando hablamos de nuestra cultura nos referimos, precisamente, a cómo <b>una suma de procesos históricos</b>, en un contexto geopolítico determinado, con una serie de recursos e infraestructuras específicas, han configurado ciertas actitudes o predisposiciones. Dicho de otro modo: esas instituciones y legislaciones a las que continuamente apelan algunos son parte esencial de nuestra cultura, cuyo pasado explican y cuyo futuro determinan -junto a otros factores y estructuras sociales, como es lógico-.<br />
<br />
Pensaba en esto, el lunes, mientras veía <a href="http://thinkcommons.org/special/empresas-del-procomun-analysis-del-discurso/">una recomendable sesión de Thinkcommons</a> en la que Jaron Rowan abordaba la cuestión del <i>análisis del discurso</i>, mostrando algunas formas de <b>construcción histórica del lenguaje y el imaginario colectivo</b>, cuya composición y usos específicos resultan de contextos e intereses muy concretos. En este sentido, se trata de estructuras capaces de definir nuestra forma de percibir el mundo, de condicionar nuestros modos de relación e intercambio y de <i>normalizar</i> ciertas posturas y opiniones -en detrimento de otras, huelga decirlo-.<br />
<br />
Son ideas que, creo, ayudan a entender que ciertas discusiones -pongamos por caso la planteada en torno a la <a href="http://hayderecho.com/2012/11/18/existe-en-espana-una-cultura-de-incumplir-la-ley/#comment-10719">"legitimidad de la ley como base de su cumplimiento"</a>- no sólo no pueden ser tratadas sin atender a cuestiones culturales sino que plantean, esencialmente, análisis de tipo cultural. Porque <b>la percepción de legitimidad de la ley es cultural</b>, como el juicio que emitimos sobre la pertinencia de pagar o dejar de pagar un tributo o el rango de normalidad o anormalidad que atribuimos a ciertas conductas. Al fin y al cabo, y aunque sea importante <a href="http://hayderecho.com/2012/11/18/existe-en-espana-una-cultura-de-incumplir-la-ley/#comment-10732">hablar de la hipertrofia legislativa</a>, un marco legal disparatado influirá, pero nunca explicará por sí solo la mayor o menor predisposición al pago del contribuyente, su idea sobre la necesidad (o no) de redistribuir la riqueza o su sentido de responsabilidad social.<br />
<br />
Es relativamente fácil legislar y habilitar mecanismos para garantizar el cumplimiento de ciertas leyes, lo difícil, como comentaba en <a href="http://hiebra.blogspot.com.es/2012/11/teatro.html">mi anterior entrada</a>, es modificar la <b>percepción social</b> a propósito de las situaciones que éstas regulan. Primero porque uno puede actuar en contra de su propio criterio sin cuestionarlo -por diferentes motivos, como el temor ante una hipotética sanción o el interés ante un posible incentivo-; y segundo porque un determinado código legal no provoca un <i>reset</i> inmediato en nuestras mentes, como algunos creen, aunque sí pueda generar transformaciones culturales a medio o -más comúnmente- largo plazo.<br />
<br />
A corto plazo tienes las cifras, claro. Puedes, por ejemplo, convocar ayudas o promulgar leyes para combatir la discriminación laboral. No discuto que, con la contundencia y enfoque adecuados, es probable que la estadística te sea propicia desde el primer día... pero que amanezcamos en una España igualitaria de la noche a la mañana se antoja complicado. A lo sumo, la presencia permanente de colectivos discriminados en puestos de responsabilidad contribuiría a <b>normalizar este hecho socialmente</b>. Y precisamente por ello, si el argumento es legislar para modificar esquemas perceptivos y patrones culturales, me sumo, siempre con la convicción de que son necesarias medidas políticas complementarias, fundamentalmente de tipo educativo -y no sólo en términos formales-.<br />
<br />
En cualquier caso, habría que ir bastante más lejos y prestar atención a muchos más condicionantes, algo que no es en absoluto el propósito de esta entrada. Simplemente he querido constatar la necesidad de tener siempre presente el factor cultural, que dista mucho de ser una "bobada", por mucho <a href="http://politikon.es/2012/02/13/el-problema-de-espana-es-que-esta-llena-de-espanoles/">Roger Senserrich diga lo contrario</a>. Las reiteradas alusiones de este y otros autores a las deficiencias de nuestro sistema legal o su aparato burocrático son necesarias... siempre que se tenga en cuenta la clara la relación entre una determinada arquitectura legal y la cultura que la produce y en que se inserta. La cultura, no el folclore... pero ésa es otra historia.ahiebrahttp://www.blogger.com/profile/02755975715535113346noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-2812498689763453374.post-83252470989983237022012-11-14T18:36:00.000+01:002012-11-14T18:36:26.481+01:00TeatroAyer por la noche, haciendo <i>zapping</i> dormitivo, me encontré en <a href="http://www.correotv.es/">Correo tv</a> con una señora que hablaba con esmero sobre las actitudes y aptitudes necesarias para <i>triunfar</i> en el fascinante mundo de las entrevistas laborales. Le dediqué el tiempo suficiente como para apreciar que se detenía en los pequeños detalles del asunto: la forma correcta de ofrecer la mano al saludar, el lenguaje corporal, la importancia de transmitir valores y cualidades más allá del currículo... Conociendo como conozco de primera mano el funcionamiento de varios departamentos de recursos humanos y de consultoras especializadas, me llamó la atención -hasta cierto punto, tampoco es que esperase nada profundo- que no mencionase ni por asomo muchos de los factores que suelen determinar los procesos de selección: preferencias personales, prejuicios y humor del entrevistador, incapacidad para diferenciar formación y experiencia de acreditaciones académicas y profesionales, falsedad documental, mala definición del perfil requerido, complejos y temores personales por parte de los responsables de la empresa contratante, discriminación no explícita por razón de género y/o edad, aplicación severa de filtros poco racionales con objeto de reducir el número de candidatos, aversión hacia la sobrecualificación, nepotismo, caciquismo, endogamia, arbitrariedad, concursos a medida, baremos tendenciosos, intereses políticos, sexismo... Ignorando abiertamente todos estos temas, la clave del funcionamiento del mercado laboral se reducía a <b>cuestiones de forma</b>, a aspectos puramente epidérmicos.<br />
<br />
Se trata de un mecanismo propio del espectáculo (<i>debordiano</i>, como siempre en este blog): subsumir la realidad en su <b>representación</b>, diluir problemáticas sistémicas en enfrentamientos circunstanciales e inocuos con objeto de mermar nuestra capacidad de intervención política. No encontramos trabajo porque no sabemos dar la mano, porque no tenemos una <i>sonrisa profident</i>, porque no dominamos la etiqueta o porque no demostramos ser "dinámicos y proactivos". El mensaje es claro: el sistema funciona. Y no se admite retórica alguna a propósito de la (falta de) <a href="http://www.nytimes.com/2012/02/10/education/education-gap-grows-between-rich-and-poor-studies-show.html">igualdad de oportunidades</a>, de las <a href="http://money.cnn.com/2012/06/21/news/economy/wealth-gap-race/index.htm">asimetrías socioeconómicas</a> o del <a href="http://www.nytimes.com/2012/08/05/business/of-luck-and-success-economic-view.html">azar</a>. "Éxito" y "fracaso" no son conceptos ambiguos, son realidades que te definen... y que dependen de ti.<br />
<br />
Interiorizar este tipo de discurso implica asumir los síntomas como causas y no profundizar en las estructuras que determinan los modos efectivos de organización social. En el momento en que aceptamos representarnos o percibirnos dentro de los límites que el sistema establece, nuestra fuerza política se reduce a cero. Y esto, que ocurre con algo tan aparentemente banal como una entrevista de trabajo, también ocurre con los procesos electorales, con los debates parlamentarios, con los medios de comunicación... y, cómo no, con este <b>14N</b> tan estéril como bienintencionado, con esta nueva función teatral que nos asfixia con su caduco reparto: trabajadores, sindicatos, piquetes, patronal, gobierno, recortes, superioridad moral de los voceros de la rebeldía institucionalizada, desahucios -cualquiera podría pensar que empezaron en 2011, por cierto-, izquierda, derecha y una retahíla de frases hechas y argumentarios resobados. En lo que al lenguaje concierne, ni hay revolución ni se la espera. Mal comienzo.<br />
<br />
¿Qué queda, pues? Protestar, cándidamente, respetando las reglas del juego (¿de qué me suena? Tal vez de ese -genérico- <i>enfant terrible</i> que grafitea sus reivindicaciones en las paredes virginales del museo). Caer en todas y cada una de las provocaciones, consumirnos en todas y cada una de las batallas, superficiales, que se nos presentan: desde las <i><a href="http://www.elmundo.es/elmundo/2012/11/14/comunicacion/1352891188.html">tertschadas</a></i> hasta las discusiones sobre las cifras de seguimiento. Éstas últimas son, tal vez, la prueba más evidente de hasta qué punto nos ahogamos en la irrelevancia: ¿a quién le importan? A los que predican un cambio simbólico, imagino, necesario pero insuficiente, porque el "único" seguimiento que necesitamos es tomar conciencia de esa <b>responsabilidad</b> social (política) que funciona veinticuatro horas al día, trescientos sesenta y cinco días al año; ésa que nos exige no transigir; ésa que requiere informarnos e informar -<a href="http://ccaa.elpais.com/ccaa/2012/11/05/galicia/1352144504_072192.html">denunciar si es necesario</a>-, no caer en la complicidad con el poder establecido. Ésa, y no nuestra habitual irresponsabilidad política, dicho de otro modo.<br />
<br />
Aceptar nuestro papel implica aceptar un guion que enfatiza lo anecdótico y entierra lo trascendente. No lo repruebo, pero no le veo sentido a protestar contra "los recortes", "los mercados" o "las políticas neoliberales", porque no dejan de ser <b>síntomas</b>. Síntomas de nuestra falta de soberanía, de nuestra degradación moral, de la <a href="http://hiebra.blogspot.com.es/2012/02/por-que-son-pobres-los-artistas.html">normalización de la exclusión social</a>, de la extrema violencia inherente a nuestro sistema económico, del fracaso de nuestras estructuras de representación política y sus correspondientes mecanismos de control, de nuestra tendencia congénita al populismo y a la <a href="http://www.genbetasocialmedia.com/twitter/sorpresa-o-mas-bien-no-los-usuarios-no-leen-lo-que-retwittean-la-infografia-de-la-semana">opinión infundada</a>, de nuestra incapacidad para trasladar el foco del debate desde el mesianismo independentista o los <i>hilillos de plastilina</i> -dos entre cientos de ejemplos- hasta cuestiones esenciales sobre <a href="http://www.smithsonianmag.com/people-places/Why-Are-Finlands-Schools-Successful.html">la educación</a>, la igualdad o los mecanismos de redistribución de la riqueza, entre otras muchas.<br />
<br />
Puede que sea "mejor que nada", pero no dejo de vernos -retomando el burdo paralelismo de antes- como ese técnico en recursos humanos que te cuenta cómo debe llevarse a cabo un proceso de selección diez minutos antes de escoger a un recomendado. Esa actitud, ese fingir que no pasa nada, que reluce un mecanismo que en realidad está desvencijado, nos desorienta y nos desarma. Puede que la fotografía de la multitud, la intervención deslavazada del político de turno y una camaradería impostada nos reconforten, puede que incluso sirvan para lavar alguna conciencia, pero en el fondo refuerzan una <a href="http://hiebra.blogspot.com.es/2011/02/la-ingenuidad-como-sustento-de-la.html">ficción interesada</a>. El problema es que no nos preocupa tanto la farsa como el destino de nuestro personaje, por lo que asumimos, irreflexivamente, que el espectáculo debe continuar.<br />
<br />
Es fácil derogar leyes, lo difícil es modificar las circunstancias y razones por las que fueron promulgadas. Entre otras cosas, porque para eso hay que bajarse del escenario.ahiebrahttp://www.blogger.com/profile/02755975715535113346noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-2812498689763453374.post-53744567439000284662012-11-13T09:30:00.000+01:002012-11-13T09:30:02.277+01:00Estética y sistema<blockquote>
<br />La estética de sistemas va más allá de la representación y el happening; aborda de un modo revolucionario el problema, muy amplio, de la noción de límite. Desde la perspectiva sistémica no hay límites definidos tales como el proscenio teatral o el marco pictórico. Es el concepto y no un término material el que define el sistema. [...] Evaluando sistemas el artista es un perspectivista considerando objetivos, fronteras, estructura, <i>input</i>, <i>output</i>, y actividad relacionada con todo ello dentro y fuera del sistema mismo. Mientras que el objeto suele presentar forma y límites claros, la consistencia del sistema puede ser alterada espaciotemporalmente, y su comportamiento determinado tanto por condiciones externas como por sus propios mecanismos de control.</blockquote>
<blockquote>
Jack Burnham: <a href="http://www.arts.ucsb.edu/faculty/jevbratt/readings/burnham_se.html">“System Aesthetics”</a>, <i>ArtForum</i>, septiembre de 1968. </blockquote>
<br />
<blockquote>
Una de las grandes ilusiones del sistema artístico es que el arte se concreta en objetos específicos. Objetos que se entienden como la base material del concepto "obra de arte". Sin embargo, todas las instituciones que procesan datos artísticos, generando información, forman parte de la obra de arte. Sin este sistema-soporte, el objeto deja de tener definición; sin el objeto, en cambio, el sistema puede seguir sustentando la noción de arte.<br />
<br />
[...] Hay dos clases de artistas: los que trabajan dentro del sistema artístico y los que trabajan <i>con</i> el sistema artístico. </blockquote>
<blockquote>
Jack Burnham: <a href="http://www.wallflowermedia.com/art2704/RealTime-BURNHAM.pdf">“Real Time Systems”</a>, <i>ArtForum</i>, septiembre de 1969.</blockquote>
<br />
Dos citas para contextualizar mi pequeña aportación al <a href="http://www.a-desk.org/spip/spip.php?rubrique237">A*Magazine #104</a>: <i><a href="http://www.a-desk.org/spip/spip.php?article1557">Estética de sistemas, o cómo ser crítico con/desde el arte</a></i>.ahiebrahttp://www.blogger.com/profile/02755975715535113346noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-2812498689763453374.post-3679474853045067792012-11-07T14:42:00.001+01:002012-11-07T14:44:18.883+01:00Ambigüedad y límites de la resistenciaEntresaco algunos fragmentos, pero merece mucho la pena leer íntegramente esta <a href="http://www.revistaotraparte.com/n%C2%BA-27-primavera-verano-2012/santiago-sierra-c%C3%B3mo-decir-no">entrevista a Santiago Sierra</a> editada por Graciela Speranza. Creo que ayuda a contextualizar las habituales polémicas en torno al cometido político del arte y al enfrentamiento entre la voluntad del artista y el marco institucional-económico en que ésta se materializa. Entre otras cosas, porque en vez de parapetarse en los habituales desvaríos retóricos, la conversación aborda las contradicciones y limitaciones del desarrollo del discurso político en espacios estrictamente reglados de acción y representación.<br />
<br />
<blockquote class="tr_bq">
<b>Has transformado el cubo en contenedor, por ejemplo, mediante distintos procesos de ocultamiento y develamiento, un proceso que llevó a tus obras remuneradas. ¿Por qué la sintaxis del minimalismo se volvió central en tu trabajo?</b>
<br />
El minimalismo consigue un efecto de presencia, materialidad y evidencia de gran eficacia formal. Pero los minimalistas intentaron hacer un ABC sintáctico, despreciando completamente cualquier referencia externa. Son orgullosamente arreferenciales y hay ahí una especie de pecado de soberbia. No es que crea que las formas minimalistas no dicen nada. Las obras de Donald Judd, por ejemplo, no se podrían haber hecho en otro siglo. Se hacen en este y tienen una relación descarada con la arquitectura contemporánea, con esos grandes bloques corporativos que pueblan las ciudades. El minimalismo, luego, fue algo muy bueno para usar, como un frasco vacío en el que pones lo que quieras. En estas primeras obras, yo estaba pensando claramente en la mercancía. Cuando se habla del marxismo en mi obra, se habla de esto: la relación con el fetiche de la mercancía, teorizado en el capítulo primero de <i>El capital</i>. Pero en la mercancía, como todos sabemos, no deben quedar rastros de los trabajadores, del proceso, y entonces yo trataba de hacer todo lo contrario. Quería hacer un arte materialista que no hablase del deseo sino de la realidad, con huellas de los trabajadores en los cubos. A partir de ese momento, empecé a no limpiar las salas de arte, por ejemplo, a dejar la suciedad en la sala, e incluso los restos de comida de los trabajadores. No es fácil porque normalmente la gente de limpieza quiere hacer su trabajo y se empeña en limpiarlo, pero es un rastro del trabajo, un dibujo laboral, y entonces me gusta dejarlo. Faltaba el trabajador en las obras, un tema que me parecía que había sido tratado de una manera muy superficial. Porque pienso que el trabajo es una cosa brutal. Es la dictadura. Cuando una persona vende su cuerpo, su alma y su inteligencia a los intereses de una tercera persona, allí está la verdadera dictadura. En el momento en que aceptamos eso y no queremos luchar por nuestra propia independencia y no podemos tomar la vida en nuestras manos, caemos en la red del trabajo. Yo quería buscar una forma dura, inapelable, de hablar de todo eso. Sobre todo, una forma de decir que el trabajador lo que quiere es cobrar. La idea de que el trabajo te dignifica es una tontería, como si uno pudiera estar de acuerdo con ese cartel de la puerta de Auschwitz que dice: “El trabajo nos hace libres”... Pues no. Ahora bien, ¿de qué manera mostrar esto? Algunas de las piezas de esa época son muy claras porque suponen un dolor, el dolor de hacerse un tatuaje, por ejemplo. Hacerse un tatuaje, masturbarse, teñirse el pelo no son acciones denigrantes. Lo que las hace denigrantes es pagar por ellas, coaccionar a otra persona para que lo haga por dinero. Es una relación laboral que se establece, y lo que yo hago es mostrar el momento más duro, quitando todo truquito esperanzador como puede ser el sonido si se trata de un video.
<b><br /></b><b></b><br />
<b><b>...¿La obra quiere dejar en evidencia el sadismo social?</b>
</b>Vivimos en una sociedad de un sadismo absoluto. En cuanto a la
remuneración, eso es algo que no he inventado yo, desde luego. Está
tomado del entorno y lo que hago es explicitarlo. Me interesaba hacer
una obra muy de perogrullo, muy materialista, con muy poca fantasía. Y
reconocer esto era importante: el tema del pintor y su modelo, el tema
del pintor y su estudio, de quién ha pintado realmente el cuadro firmado
por Velázquez. Son cuestiones muy antiguas, pero explicitarlas es
importante, porque si yo presento una fotografía de una persona con una
línea tatuada en la espalda y le pongo por título “Mi amigo Andrés #3” u
“Oda a la primavera #5”, no habría ningún tipo de polémica. La polémica
aparece cuando dices que todas estas cosas se hacen por dinero y que
incluso mi presencia allí es por dinero.
<b><b><br /></b><br />...Hay otras obras que politizan el land art, como por ejemplo <i>Sumisión</i> en Ciudad Juárez en 2006-2007, <i>Enterramiento de diez trabajadores</i> en Italia en 2010 o, más recientemente, el <i>NO trazado en una cosecha</i>, en Francia en 2011. En estas obras realizadas fuera de los espacios del arte, ¿te importa la imagen que crean, el relato o la realización misma en la comunidad implicada?</b>
<br />
Los artistas del land art decían que para ellos la naturaleza era como un papel en blanco en donde dibujar. A mí me gustaba mucho esa idea, pero no pensando en una hoja en blanco sino en un papel sucio. El sitio de Sumisión es una zona desértica, pero no es el desierto limpio, virginal. Estamos en Anapra, que es un barrio pegado a la frontera de Estados Unidos en Ciudad Juárez, una zona en donde viven muchos trabajadores, sin agua potable en muchos casos, sin nada. Es gente sometida a una represión brutal, no digamos ya las mujeres, a quienes descuartizan y reparten en pedacitos. El grueso de los trabajadores de la maquila son mujeres porque los hombres suelen saltar la verja y se van, lo que explica la brutalidad hacia ellas. Yo quería entonces hacer un gesto como el de la línea para sacar a relucir esa historia. Me gusta crear una imagen que tiene detrás una historia y, sí, me gustan las historias cargadas. En cuanto a la obra de los trabajadores que se entierran, se trata de senegaleses de Livorno, un puerto en una zona industrial, víctimas de un racismo brutal. Los contraté para hacerlos desaparecer enterrándolos. La serie fotográfica, compuesta de cuatro fotos, puede ordenarse de dos maneras, de modo que desaparezcan o aparezcan. Así que el coleccionista... (sonríe) puede ordenar las fotos como quiera, con los trabajadores saliendo o entrando en la tierra... Cuando las obras pasan a manos de un coleccionista, el significado cambia totalmente. Porque si yo soy un millonario y tengo un NO en mi casa, ¿qué estoy diciendo? Estoy diciendo, “¿Qué pasa aquí?”, ¿no?
<b>
<br /><br />¿Y el NO en el sembrado?</b>
<br />
Es una suerte de homenaje a una gente que a mí me gusta mucho, los <i>circlemakers</i>, que se dedican a trazar círculos en sembrados, pero no lo hacen para llamar la atención del mundo del arte sino para engañar a la gente que cree en los extraterrestres. Es una especie de land art graffiti y lo hacen de maravillas, porque cuanto más perfecto, más se creen los ingenuos que lo hizo un marciano. A mí me parecen unos tipos interesantísimos, sobre todo porque no quieren nada, no es arte profesional. No sé cómo el mundo del arte todavía no ha reparado en ellos.
<br />
<br />
<b>
Un efecto que produce tu obra es que gran parte del arte contemporáneo resulta por comparación un poco ingenuo, falso, insuficiente. ¿Con qué artistas encontrás sintonía?</b>
<br />
Bueno, muchos de mis amigos son artistas y sí encuentro sintonía. Pero pienso que el mundo del arte está arrodillado a los pies de la usura. Realmente creo que estamos haciendo un papelón. Parecemos la orquesta del Titanic, tocando mientras el barco se hunde para que la nobleza abandone el barco contenta. Si estamos cabreados y no nos gusta lo que hay alrededor, ¿por qué vamos a hacer cosas bonitas? Deberíamos hacer una huelga estética y negarnos a presentar cosas bellas en museos e instituciones.
<b><br /></b></blockquote>
<blockquote class="tr_bq">
<div>
<b>¿Y cuáles son tus propios límites? ¿Qué tipo de cosas no harías?</b></div>
<div>
Mis límites son los de la realidad y los del sistema capitalista.
Lo que no haría es volar, por ejemplo. Y no puedo hacer nada que no
resulte en un producto comercial, o que carezca de un mecanismo
comercial para hacerlo. Sin dinero no se puede trabajar. Es la
imposición, la marca de la bestia. El 666. El dinero y la ley natural.</div>
</blockquote>
<blockquote class="tr_bq">
<b>Según lo que tratamos de recomponer en la conversación, tu obra ha atacado francamente y reformulado muchas de las categorías del arte: la representación, el rol del espectador, la relación del arte con la política. El lugar que ha quedado más intocado quizás es el del autor, el rédito simbólico que finalmente le queda al autor. ¿Te interesa este problema?</b>
<br />
Yo creo que el autor es siempre colectivo. Yo me hago responsable, yo lo firmo, digo que la obra es mía, pero hay muchas cosas que yo no he hecho. El NO no es mío, no lo he inventado, ni he creado la situación con el Papa. Normalmente procuro que sean piezas sin originalidad, que en la obra no sea la originalidad lo que llame la atención, sino que sea lo redundante, lo conectado, lo implicado con la realidad. Al autor lo traté con mucho desprecio y coraje al principio de mi carrera, sobre todo en la etapa mexicana, en la que aparece como un ser vil, despreciable, como un tipo explotador. En México esto funcionaba muy bien porque al ser yo español era más fácil identificarme con el explotador. Ahí creo que había un ataque al autor que tenía más cerca, que era yo mismo. Porque es por ahí por donde hay que empezar, ¿no? </blockquote>
ahiebrahttp://www.blogger.com/profile/02755975715535113346noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-2812498689763453374.post-64087577491793196462012-10-28T18:25:00.000+01:002012-10-28T18:25:04.657+01:00Foucault según Foucault<iframe allowfullscreen="allowfullscreen" frameborder="0" height="315" src="http://www.youtube.com/embed/uqZwqSeXpo8" width="420"></iframe>ahiebrahttp://www.blogger.com/profile/02755975715535113346noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-2812498689763453374.post-44484540062692168562012-10-10T00:17:00.003+02:002012-10-10T00:17:50.619+02:00De la neutralización política y la autocrítica<blockquote class="tr_bq">
Así pues, tras la rápida ilusión de ver nuestro trabajo reflejado, aunque sea de forma testimonial, en un medio cultureta de primera división, la sensacion post-parto es francamente inquietante: ¿Qué significa que una revista conservadora dedique un número a un tema en el que cabemos junto a muchos de los grupos con los que nos identificamos? [...] Así de primeras, y con el mal cuerpo aún presente, algunas de las cuestiones que nos preocupan son: </blockquote>
<blockquote class="tr_bq">
1.- Por una parte, lo incómodo que resulta pensar en la importancia de los que no están, ya que muchas de las personas, colectivos o lo que sean, que más valoramos por lo críticos e inspiradores que se han mantenido hasta la fecha (como Recetas Urbanas, Hackitectura, Todo por la praxis, Straddle3, Arquitecturas Colectivas, n+1, pescadería20, La Ciudad Viva o Democracia) no aparecen en el “diccionario de colectivos” elaborado por la revista. </blockquote>
<blockquote class="tr_bq">
Y aunque éste no se planteara en ningún momento como un compendio absoluto, e incluso contara con nuestras sugerencias para conformar la lista (nosotros mismos podríamos haber mencionado todos estos nombres y no lo hicimos), por el motivo que sea los que se han quedado fuera son quizás los que mantienen un posicionamiento más abiertamente crítico con los sistemas de construcción del mundo dominantes en los foros de debate “cultural”, es decir, con la arquitectura de los arquitectos desvinculados por decreto divino de los procesos edificatorios asociados a la burbuja inmobiliaria, pero que funcionaron (como explica perfectamente Observer en <a href="http://laindustriadelplacer.blogspot.com.es/2012/09/eco-sistema-1.html">“El príncipe arquitecto y la rana inmobiliaria”</a>) como agentes ultranecesarios para su existencia, mientras eran sostenidos y representados en la esfera pública, por ejemplo, por revistas como Arquitectura Viva (basadas en la exaltación de las castas arquitectónicas ilustradas, el buenrrollismo neutral y confidente con el que paga, las infografías tipo Show de Truman con gente muerta de felicidad, o las fotos orgullosas de mostrar edificios sin personas como acompañamiento a textos aburridísimos que siempre pasaban por alto las causas y consecuencias de aquello que se pretendía analizar). </blockquote>
<blockquote class="tr_bq">
Un discurso que, por cierto, aún tiene una gran vigencia, sobre todo en el circuito Universidad - Medios de comunicación, y que se manifiesta de forma cada vez más delirante y bochornosa: por poner un ejemplo cercano y de actualidad, la ETSAC organiza esta semana las conferencias <a href="http://etsa.udc.es/web/?ai1ec_event=conferencia-la-vivienda-del-arquitecto-en-el-borde-del-mar&instance_id=">“La vivienda del Arquitecto en el borde del mar”</a> (con Manuel Gallego, Arturo Franco Taboada y Iago Seara como maestros speakers), un tema de incalculable interés para el presente y que casi parece planteado como una performance didáctica sobre la pluralidad que permite la libertad de expresión. Sobre todo, si tenemos en cuenta que mientras sucede esto, a Joaquín Torres, el perfecto chivo expiatorio del sistema cultureta -y al que toda una generación de arquitectuchis le debe unas copas por fingir ser el malo de la película y sostener así su papel de buenos-) no se le invita ni a escribir en Arquitectura Viva ni a dar una conferencia en la ETSAC. Que alguien llame al camión. </blockquote>
<blockquote class="tr_bq">
[...] Y no se trata para nada de hablar sobre “la crisis” o de plantear la cuestión en términos de simplonas acusaciones intergeneracionales (como la empanada que se cocinó hace unos días <a href="http://nmas1.wordpress.com/2012/09/26/el-apocalipsis-va-a-llegar/">Manuel Ocaña</a>…), pero sí de enfocar nuestro trabajo con menos remilgos autocomplacientes y relatos neutralizadores (nosotros los primeros). Aunque sean cuestiones mencionadas, en ningún momento se profundiza en los problemas que nos afectan (como las dificultades a la hora de viabilizar la precariedad estructural pasado un tiempo determinado, o de canalizar los impulsos ciudadanos sin remitirnos a lo festivo como argumento principal), ni en las críticas radicales a los sistemas laborales dominantes en la profesión que, en realidad, conllevan cada una de nuestras decisiones organizativas. </blockquote>
<blockquote class="tr_bq">
Y aquí quizás entra de lleno la cuestión del medio de comunicación. Aunque lo hayamos intentado, ni los textos propios de los colectivos, ni desde luego los dos artículos que acompañan al “diccionario”, consiguen en conjunto eliminar el aura neutralizadora que impone el medio donde se inscriben. Cerramos la revista conociendo a una decena más de compis, autoafirmando los lugares comunes y poco más. Quizás más agradable en teoría, pero nada muy diferente respecto a los números dedicados a los Moneos o Fosters de turno.</blockquote>
<br />
Ergosfera: <a href="http://ergosfera.org/blog/?p=3247">Arquitectura Viva / Arquitectura Muerta</a>.ahiebrahttp://www.blogger.com/profile/02755975715535113346noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-2812498689763453374.post-71798157646490220452012-10-04T17:25:00.001+02:002012-10-05T19:21:07.234+02:00El viejo nuevo modelo[...] Albini's own idea of DIY draws from those that started proliferating around the late 1970s in the UK, and flowered during the 1980s in the U.S. The Buzzcocks and Rough Trade, Minor Threat and Dischord, and Albini's band Big Black and Touch and Go, among many others, started turning musical independence into populist polemics, creating their own networks of production, promotion, distribution, and performance. They sought an alternative to the waste of corporate connections, where a band is forced to capitulate its art to an ostensibly larger audience who probably doesn't care anyway.<br />
<br />
Though bands have managed to translate this ideology to the 21st century, the concepts of independence and DIY are different beasts entirely when access is instant, audiences are global, corporations have gone guerrilla, and new recordings are forced to compete with freely circulated digital copies of themselves.
The promotional affordances of the interactive web, and especially the culture created around and through them, highlight the core difference between Albini's and Palmer's perspectives on DIY musicianship. For Albini, it's fairly simple: Artists maintain a strong sense of creative autonomy, particularly when positioned against the hollowness of promotional culture.<br />
<br />
Here is where Palmer departs: Her sense of DIY is much more rooted in the self-promotional celebrity paradigm-- if not the get-rich-quick gimmicks-- of the Web 2.0 world. Palmer's 2009 Twitter auction was so successful because it relied upon her celebrity status-- she raised $19,000 in 10 hours by selling Amanda Palmer-branded merchandise. By subsequently publicizing the auction's success, she only reaffirmed herself as an unparalleled brand manager. <b>That blog post was titled "How an Indie Musician can Make $19,000 in 10 hours Using Twitter," but the reality is that only a privileged few are able to command her sort of fan loyalty.</b> <b>Web 2.0 has changed a lot of things, but its democratic potential is very easy to overstate</b>. In this way, Palmer and Albini represent the complicated but vast difference between using new technologies and alliances to gain artistic self-sufficiency, and doing so to reaffirm and enlarge one's existing popularity.<br />
<br />
[...] This makes Palmer an interesting subject for discussions of music and technology, but far from a workable model for up-and-coming artists. Appropriately, she ended her "trolls" blog post with a request that would seem self-evident for most musicians: "Do me a favor... keep talking about the music." If the music were the most noteworthy thing about Palmer's career to this point, that plea would be self-evident.
<br />
<br />
Eric Harvey: <i><a href="http://pitchfork.com/features/articles/8953-this-years-model-amanda-palmer-and-21st-century-digital-diy/">This Year's Model. Amanda Palmer and 21st-Century Digital DIY</a></i>.<br />
<br />
Vía <a href="https://twitter.com/sirjaron">@sirjaron</a>ahiebrahttp://www.blogger.com/profile/02755975715535113346noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-2812498689763453374.post-9805113373626524272012-09-27T11:14:00.002+02:002012-09-27T11:14:26.137+02:00No exit<blockquote class="tr_bq">
"... en la moral burguesa, no existe ni cultura ni moral proletaria, no existe arte proletario; ideológicamente, todo lo que no es burgués está obligado a <i>recurrir a</i> la burguesía. La ideología burguesa puede por lo tanto cubrir todo y, sin riesgo, perder en ese todo su nombre: nadie, en ese caso, se lo devolverá. La burguesía puede subsumir sin resistencia el teatro, el arte, el hombre burgués, bajo sus análogos eternos; en una palabra, puede desnombrarse cuando quiera, pues no hay más que una sola y misma naturaleza humana; la defección del nombre burgués en este caso es total.</blockquote>
<blockquote class="tr_bq">
Existen sin duda rebeliones contra la ideología burguesa. Es lo que se llama en general la vanguardia. Pero esas rebeliones son socialmente limitadas, recuperables. En primer lugar porque provienen de un fragmento de la burguesía misma, de un grupo minoritario de artistas, de intelectuales, sin otro público que la clase misma que impugnan y que siguen siendo tributarios de su dinero para expresarse. Además, esas rebeliones se inspiran siempre en una distinción muy fuerte entre el burgués ético y el burgués político: la vanguardia impugna el burgués en relación al arte, a la moral, rechaza, como en los mejores tiempos del romanticismo, al tendero, al filisteo. Pero protesta política, ninguna. La vanguardia, lo que no tolera en la burguesía es su lenguaje, no su condición de burguesía. Y no es que necesariamente la apruebe, sino que la pone entre paréntesis. Sea cual fuere la violencia de la provocación, la vanguardia asume finalmente, el hombre abandonado, no el hombre alienado. Y el hombre abandonado sigue siendo el Hombre Eterno."</blockquote>
Roland Barthes: <i>Mitologías</i>. Ed. Siglo XXI, 2002. Pgs. 234-235<br />
<br />
El círculo es tan perfecto que textos como éste se utilizan, cada día, para tildar de transgresoras obras y exposiciones reaccionarias.<b> Protesta política, ninguna.</b>ahiebrahttp://www.blogger.com/profile/02755975715535113346noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-2812498689763453374.post-34395525232724720622012-08-29T21:21:00.001+02:002012-08-30T10:27:02.805+02:00Algunas ideas sobre la función del patrimonio<div class="separator" style="clear: both; text-align: left;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiXi3rIsO1nVHcvCGiwWIanb8Z-QI4OdV3OR3CxagV6f7Ad9BgFzLnnEMNYl6YNdV5hYjVcwrzAUsMhhA7OmLgr8jyFCXz1jjW8gUEVV_U6RQ00DXX3Oq4Xx7fgUSGyV0qb3muwceD2bazm/s1600/IMG_0464.JPG" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="300" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiXi3rIsO1nVHcvCGiwWIanb8Z-QI4OdV3OR3CxagV6f7Ad9BgFzLnnEMNYl6YNdV5hYjVcwrzAUsMhhA7OmLgr8jyFCXz1jjW8gUEVV_U6RQ00DXX3Oq4Xx7fgUSGyV0qb3muwceD2bazm/s400/IMG_0464.JPG" width="400" /></a></div>
<br />
Recuerdo la primera vez que nos hablaron del programa pictórico del paraninfo de la facultad: "¿un poco kitsch, verdad? Eso es porque <i>sólo</i> tiene cien años, dadle otros cien para que os guste". Recuerdo este comentario, digo, porque tenía poco que ver con la pintura y mucho con la capacidad del tiempo para condicionar nuestro juicio estético -que es siempre un juicio de valor-: cuanto más antiguo es un objeto más se desplaza nuestra atención desde sus cualidades hacia su antigüedad. Hecho éste que explica, en parte, nuestra voluntad de <b>musealizar indiscriminadamente</b> y ese interesado discurso sobre el patrimonio (pasado): sustento identitario y dispositivo único de comprensión histórica... Como si el presente fuese estéril y mudo.<br />
<br />
La verdad es que para vivir en una sociedad de consumo gobernada -dicen- por la filosofía del <i>usar y tirar</i>, nos sentimos más seguros retrospectiva que prospectivamente: rehuimos el cambio mirando hacia atrás, entregados al síndrome de Diógenes; en ese cajón de sastre llamado <i>patrimonio</i>, <b>más que conservar, hacinamos</b>.<br />
<br />
La idea de patrimonio tiene además la virtud de ejercer algún tipo de alquimia democratizadora: todo lo que arrojamos en sus dominios pasa a gozar de la misma consideración (monumental, en el sentido original de la palabra), hasta el punto de que dentro de sus márgenes vemos con buenos ojos las cópulas más extremas, como esas catedrales que comienzan románicas y acaban entre barrocas y neoclásicas. La única ruptura de esta tendencia a equiparar valores viene de la mano de <b>la idea de <i>originalidad-autoría</i> </b>(un todo indisoluble, claro),<b> marchamo mercantil</b> que viene a determinar, de forma ciertamente arbitraria, qué modos de reutilización son legítimos (y en consecuencia valiosos). Este es el germen de un proceso de mitificación que conduce al absurdo: el <a href="http://www.rtve.es/noticias/20120731/claustro-palamos-girona-recreacion-del-siglo-xx-no-construccion-romanica/552591.shtml">claustro de Palamós</a>, los <a href="http://cultura.elpais.com/cultura/2012/07/05/actualidad/1341506413_023159.html">"dibujos falsos" de Caravaggio</a> o la <a href="http://www.museodelprado.es/coleccion/galeria-on-line/galeria-on-line/obra/mona-lisa-o-la-gioconda/">copia "buena" de la Gioconda</a> dan fe de nuestro fetichismo y de lo sencillo que nos resulta pasar de la adoración al desprecio a instancias de una <i>marca</i>.<br />
<br />
Creo que el revuelo causado por <a href="http://www.elmundo.es/elmundo/2012/08/22/cultura/1345647659.html">la intervención de Cecilia Giménez</a> demuestra cuánto pueden nublar nuestro juicio las cuestiones relativas al patrimonio. Es sencillamente increíble que millones de personas que hace una semana no sabían (a) que existe un pueblo llamado Borja (b) que tiene una iglesia (c) en la que hay un Ecce Homo se echen las manos a la cabeza con lo sucedido. Es como si la conciencia colectiva estuviese predispuesta a censurar a cualquiera que abra, con mejor o peor intención o acierto, la despensa de las antiguallas.<br />
<br />
"Es un atentado contra el patrimonio", dicen, ¿pero qué entendemos por patrimonio? Quiero decir, ¿cuál es el propósito de que conservemos lo que otros han pintado, esculpido o construido antes que nosotros? ¿Es "mejor" que el producto diario de nuestras actividades cotidianas? ¿Es más importante? ¿Tiene un valor propio más allá de su longevidad? ¿Y cuál es el criterio a la hora de seleccionar lo que mantenemos y lo que desechamos? ¿O es que debemos preservarlo todo? Algunos <i>paladines</i> de la cultura opinan que sí, que los cascos históricos, por ejemplo, deben ser cementerios bien decorados en los que, por citar un caso común, es más importante conservar la distribución o el aspecto externo de un edificio que permitir que acceda a él un minusválido.<br />
<br />
"Esto es diferente, imaginaos que todos siguiésemos el ejemplo de Cecilia y actuásemos por nuestra cuenta, ¿qué pasaría?", clama Twitter. Pues con este tipo de obras, nada. Nada catastrófico, quiero decir. Resulta obvio que no vivíamos en la indigencia intelectual cuando ignorábamos que existía un Ecce Homo en Borja, y a nadie se le escapa que el sol de la cultura no se ha apagado tras su repinte. Es más, en este caso en particular, el único beneficio que traerá la hipotética restauración del lienzo será el que obtengan, a título personal, sus restauradores. Paradójicamente, no he visto a nadie preocuparse por los <a href="http://hiebra.blogspot.com.es/2012/08/otros-ecce-homos.html">centenares de piezas -de no poca importancia- repintadas con Titanlux en multitud de iglesias</a>; al contrario, la mayoría de los fieles que las observan deciden voluntariamente sacrificar su autenticidad (ah, esa entelequia...) en beneficio de su utilidad (en efecto, las imágenes tienen una función más allá de permitir que los historiadores del arte presentemos comunicaciones en los congresos). ¿No sería más lógico un término medio razonado? Discutir en qué casos resultaría conveniente y beneficiosa una intervención profesional y en cuáles no (explicando por qué, de manera que las citadas comunicaciones sean de provecho).<br />
<br />
Lo que ocurre es que <b>nos importa más la idea de patrimonio que el patrimonio en sí mismo</b>, de ahí que invirtamos el orden lógico de los factores: en vez de emplearlo en nuestro provecho nos amoldamos a lo que creemos que debe significar. El problema es el consenso tácito en torno a la idea de cultura, esa noción opaca cuyo significado desconocemos pero sobre la que tememos preguntar, en parte por su carácter sacro y en parte por no romper el delicado equilibrio social que su vaguedad construye. Y el símil religioso no es gratuito, se trata de una idea esencialmente dogmática, que exige conocimiento y fe independientemente de juicios racionales; que se impone como algo bueno <i>per se</i>, como lo más <i>elevado</i>. De ahí su importancia como <b>elemento de cohesión social</b>. Puede que no tengamos el menor interés en ir a un museo, en conocer la obra de Zurbarán o en visitar la iglesia de nuestro pueblo, pero nos tranquiliza saber que están ahí y que gozan de respeto y protección.<br />
<br />
En el fondo, la institución museística explica la verdadera función del patrimonio: vertebrar un discurso histórico que nos hace partícipes de un todo (como <i>nación</i> y como <i>civilización</i>). Con sus ritos, incluidos los de conservación, la <i>cultura occidental</i> legitima una escala de valores y un orden social. Exponerlos debería ser la primera de nuestras tareas.ahiebrahttp://www.blogger.com/profile/02755975715535113346noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-2812498689763453374.post-85099637053878139052012-08-29T21:20:00.001+02:002012-08-29T21:28:30.748+02:00Otros Ecce HomosAlgunos ejemplos de restauraciones de andar por casa, para regocijo de los catastrofistas:<br />
<br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgAYV-XdXk-EygBOduV8dRvPR7yVMCQSi3GEggOgQMiui8eJZJwVOx5yqV6CePH4MoZoINL1zUOIDH0MY68tTslZeM5P_CtbgVU_zI7mfe14-m8SGBLAyKoBK6lwpIc5K4nUhKeSeimgvtT/s1600/dolorosa.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="245" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgAYV-XdXk-EygBOduV8dRvPR7yVMCQSi3GEggOgQMiui8eJZJwVOx5yqV6CePH4MoZoINL1zUOIDH0MY68tTslZeM5P_CtbgVU_zI7mfe14-m8SGBLAyKoBK6lwpIc5K4nUhKeSeimgvtT/s320/dolorosa.jpg" width="320" /></a></div>
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<span style="font-size: x-small;">Dolorosa, en Santiago de Bascoi. </span><span style="font-size: x-small;">Gambino, documentada en 1770 (1ª fotografía: policromía del XIX)</span></div>
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<span style="background-color: white; color: #222222; font-family: arial, sans-serif; font-size: 13px;"><br /></span>
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<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEih96HJ4wSmqQrfdRq585RnkrA6uWsNoIRDzVhZ096ZvLVplblnx7gdXfn9oC9mo69WC9pXyT-frF8I1ri_gZlMJNQekfz2qUtl6QaKSPq9FPWTDzis7u5lvkbhZpXWQAcsM325uKyXx56c/s1600/padua_santa_maria.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="245" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEih96HJ4wSmqQrfdRq585RnkrA6uWsNoIRDzVhZ096ZvLVplblnx7gdXfn9oC9mo69WC9pXyT-frF8I1ri_gZlMJNQekfz2qUtl6QaKSPq9FPWTDzis7u5lvkbhZpXWQAcsM325uKyXx56c/s320/padua_santa_maria.jpg" width="320" /></a></div>
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<span style="font-size: x-small;">San Antonio de Padua, en Santa María de Cesar. </span><span style="font-size: x-small;">Taller Gambino-Ferreiro, 1764 (1ª fotografía: policromía del XIX)</span></div>
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<span style="background-color: white; color: #222222; font-family: arial, sans-serif; font-size: 13px;"><br /></span>
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<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEh1kD-E54fkJZ07ntUHx9bqcimyIhmrXxeBSwq69cbGPnITf2eaJD_YlvhoVw5cN27k04MrcmWVsiJUL4UiqIVFxp2Kq_CAe9lcoqL96pMporxMlu9GDTp61j47mG6rSYwT17Ccx9uWJywA/s1600/presaras.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="245" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEh1kD-E54fkJZ07ntUHx9bqcimyIhmrXxeBSwq69cbGPnITf2eaJD_YlvhoVw5cN27k04MrcmWVsiJUL4UiqIVFxp2Kq_CAe9lcoqL96pMporxMlu9GDTp61j47mG6rSYwT17Ccx9uWJywA/s320/presaras.jpg" width="320" /></a></div>
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<span style="font-size: x-small;">San Antonio, en San Pedro de Presaras. </span><span style="font-size: x-small;">Taller </span><span style="font-size: x-small;">Gambino-Ferreiro</span><span style="font-size: x-small;">. Ha. 1761.</span></div>
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<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEil5WkYitKrznCVYFZWz-7z5Vm65L0mhyphenhyphenOE8kL21fj8TUxQ0Ji1zPrlSDSC1MgqUOyreizpXBBAc1gQYYqpBRkx88e4ntzbiXE2aI-ekbisNLtISYc4VDJoJ1EHnBi-xsWOi4nnpky9EoE6/s1600/jose_presaras.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="245" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEil5WkYitKrznCVYFZWz-7z5Vm65L0mhyphenhyphenOE8kL21fj8TUxQ0Ji1zPrlSDSC1MgqUOyreizpXBBAc1gQYYqpBRkx88e4ntzbiXE2aI-ekbisNLtISYc4VDJoJ1EHnBi-xsWOi4nnpky9EoE6/s320/jose_presaras.jpg" width="320" /></a></div>
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<span style="font-size: x-small;">San José, en San Pedro de Presaras. </span><span style="font-size: x-small;">Taller </span><span style="font-size: x-small;">Gambino-Ferreiro</span><span style="font-size: x-small;">. Ha. 1761.</span></div>
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<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhrhVSsyL4KaI4U6Wg1os9yXaS6PYHrY7k5ZRMij6WFwUAmsgrKBDybWdXiqHTuzwr0wPKfOuqhnDBwxFc_maVYWy1OWgiOOwuwZCMVlXmnZ3AVEuuvza7DD_QsytQ8N-ubo1b1sga1CjNn/s1600/bautista.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="245" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhrhVSsyL4KaI4U6Wg1os9yXaS6PYHrY7k5ZRMij6WFwUAmsgrKBDybWdXiqHTuzwr0wPKfOuqhnDBwxFc_maVYWy1OWgiOOwuwZCMVlXmnZ3AVEuuvza7DD_QsytQ8N-ubo1b1sga1CjNn/s320/bautista.jpg" width="320" /></a></div>
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<span style="font-size: x-small;">San Juan Bautista. San Juan de Ortoño. </span><span style="font-size: x-small;">Ferreiro. 1767 (1ª fotografía: posible policromía del XIX)</span><br />
<span style="font-size: x-small;"><br /></span></div>
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<span style="font-size: x-small;"><br /></span></div>
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<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhjl3mudk0aqvuhVchQ3x1ysb4K6WfynSD1y4FX_gW4ChQXm7Dgwf0F-Kgy1he06zfzu7lsfHuiQgzwV-79Atikpx4JWLc7VmEwtiNjxAjZq4xYe4J4yRzYxbcOb10IgrbJn7jAF8fSfMyN/s1600/rosario.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="245" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhjl3mudk0aqvuhVchQ3x1ysb4K6WfynSD1y4FX_gW4ChQXm7Dgwf0F-Kgy1he06zfzu7lsfHuiQgzwV-79Atikpx4JWLc7VmEwtiNjxAjZq4xYe4J4yRzYxbcOb10IgrbJn7jAF8fSfMyN/s320/rosario.jpg" width="320" /></a></div>
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<span style="font-size: x-small;">Virgen del Rosario, en San Juan Bautista de Santeles. <br />Atribuida a Gambino. </span><span style="font-size: x-small;">Ha. 1745</span><span style="font-size: x-small;"> (1ª fotografía: policromía del XIX)</span></div>
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ahiebrahttp://www.blogger.com/profile/02755975715535113346noreply@blogger.com2tag:blogger.com,1999:blog-2812498689763453374.post-57186134549168391892012-08-09T01:42:00.000+02:002012-08-09T01:42:59.106+02:00Más allá de la topografía<div class="separator" style="clear: both; text-align: left;">
<img border="0" height="218" src="http://media.rhizome.org/blog/8745/valla-5.jpg" width="400" /></div>
<blockquote class="tr_bq">
"I collect Google Earth images. I discovered them by accident, these particularly strange snapshots, where the illusion of a seamless and accurate representation of the Earth’s surface seems to break down [...] At first, I thought they were glitches, or errors in the algorithm, but looking closer, I realized the situation was actually more interesting — these images are not glitches. They are the absolute logical result of the system. They are an edge condition—an anomaly within the system, a nonstandard, an outlier, even, but not an error. These jarring moments expose how Google Earth works, focusing our attention on the software. They are seams which reveal a new model of seeing and of representing our world - as dynamic, ever-changing data from a myriad of different sources – endlessly combined, constantly updated, creating a seamless illusion."</blockquote>
Clement Valla: <a href="http://rhizome.org/editorial/2012/jul/31/universal-texture/"><i>The Universal Texture</i></a>.ahiebrahttp://www.blogger.com/profile/02755975715535113346noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-2812498689763453374.post-58255280616235017592012-07-30T22:45:00.000+02:002012-07-30T22:45:05.174+02:00El nómada<iframe allowfullscreen="" frameborder="0" height="315" src="http://www.youtube.com/embed/1PThypeEt1Y" width="420"></iframe>
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<blockquote class="tr_bq">
"... Marker works on the remaking of canonical images, reconfigures them by adding layers, reshaping their surfaces, working on their decay, to come to terms with the creation of a history that is not monumentalizing, that proposes simultaneity instead of teleology. In this sense, he is constructing his own Atlas, one that can be inscribed in a tradition common to Warburg and Richter. What is common to all the three is the fact that neither collage, nor photomontage, nor compositing suffices to describe them: they are bringing into question issues of movement and spatialization, of materiality and its relation to memory, of the boundaries of a place and the creation of a space for wandering (or, in Markerʼs case, the critique of its absence) [...] This kind of ethics/aesthetics, this questioning of a cartography lived by nomads that
circulates within the virtual space, could not come but from the nomadic cineaste par
excellence. Marker has always been concerned with a path through images, countries,
stories, one that also corresponds to a path between media, between different ways of
traveling. He has traveled the world with his camera, and has incorporated that same language of nomadism into his works. His embrace of the new does not jettison the old;
on the other hand, it adds new and other layers to it.
From 1953 onwards, Marker has been traveling and collecting geography of memories. As a bricoleur, as Marker calls himself, he is someone that navigates through locations
and media and shapes forms and memories in a common space and time, that he
wants the spectator to appropriate in the same movement."</blockquote>
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Joana Pimenta: <a href="http://web.mit.edu/comm-forum/mit6/papers/Pimenta.pdf"><i>A Path through the Virtual Museum. On Chris Marker Ouvroir and Pictures at an Exhibition</i></a> (.pdf)<br />
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Merece la pena esta "<a href="http://www.lashorasperdidas.com/index.php/2012/07/30/chris-marker-fallece-a-los-91-anos-de-edad/">pequeña gran retrospectiva</a>" de la obra de Marker, a cargo de Rafa Martín.ahiebrahttp://www.blogger.com/profile/02755975715535113346noreply@blogger.com0